La semana pasada dentro del programa educativo «Debate con nosotros», que promueve el Departamento de Educación que dirige Tontxu Campos con el Parlamento Vasco, 75 jóvenes procedentes de doce centros educativos de los tres territorios de la Comunidad Autónoma celebraron un Pleno sobre «Jóvenes y Drogas». Este Pleno era la culminación de un proceso de estudio reflexión y debate que se había desarrollado en jornadas anteriores, primero en los centros educativos y luego en el propio Parlamento.
Aprobaron una muy interesante declaración que nos entregaron a la Mesa del Parlamento en la que nos hacían llegar su voz y su opinión sobre como ven ellos el Consumo de drogas.
Pero a mi lo que más me llamó la atención fue una enmienda defendida por Eneko Quintana, aprobada e introducida en la declaración, y que era un llamamiento a la coherencia de los adultos, de las madres y los padres en especial.
Este texto creo que pone el dedo en la llaga y debe ser un motivo de reflexión para todos los adultos. Por eso no me resisto a reproducirlo:
«Las madres y los padres son nuestro modelo a seguir por lo que deben comportarse de forma coherente a lo que esperan de nosotros y de nosotras.
Pedimos por ello que actúen siendo consecuentes con los consejos que nos trasmiten, educándonos no sólo con la palabra, sino también con el ejemplo. Creemos que una buena educación debe basarse en el ejemplo de una vida sana.
También pedimos que aprendan no sólo información sobre drogas, sino que también sepan como trasmitirnos esta información. Somos conscientes de que saben mucha información, pero, a veces, tendrían que centrarse más en cómo transmitir y menos en qué transmitir».