EA estudia iniciativas en el Congreso para dilucidar las responsabilidades sobre espionaje a cargos públicos. BILBAO, 14 Jul. (EUROPA PRESS) – El portavoz parlamentario de EA, Rafael Larreina, aseguró hoy que, tras los atentados del 11-M, mantuvo varias conversaciones con el presidente de ERC, Josep Lluis Carod Rovira, y con el representante de SA, Arnaldo Otegi, pero agregó que, en ningún caso, le propusieron crear la «mayor anormalidad posible» sino que analizaron la situación creada tras los atentados.

Además, anunció que su grupo estudia la posibilidad de pedir la creación de una comisión de investigación en el Congreso para dilucidar las «responsabilidades» sobre presuntas prácticas de espionaje a cargos públicos. En declaraciones a Europa Press, Larreina se refirió de esta forma a la información hecha pública hoy por El Mundo en la que se asegura que el lí­der de ERC impulsó, junto con Otegi, tras el 11-M, una «maniobra de instrumentalización polí­tica para forzar al PSOE a entrar abiertamente en una dinámica de presión sobre el Ejecutivo».

Según se asegura, Carod se habrí­a puesto en contacto con Otegi para que éste a su vez trasmitiera a Larreina y al lehendakari «el rumor de que un PP con mayorí­a absoluta suspenderí­a la autonomí­a vasca». «En absoluto me trasladaron o indujeron a provocar la mayor anormalidad posible. Carod difí­cilmente me puede coaccionar a nada porque es una persona profundamente democrática y civilizada con la que además de la relación polí­tica mantengo una relación de amistad», explicó.

También quiso aclarar que, ni en aquéllas conversaciones con Otegi ni en ninguna otra, se ha sentido «ni remotamente coaccionado o presionado en ningún sentido». Según indicó, tras los atentados, los representantes de EA mantuvieron contactos con otras fuerzas polí­ticas para hacer un análisis conjunto y «dar una respuesta coherente en distintos ámbitos polí­ticos a la situación de excepcionalidad que se produjo tras los atentados del 11-M y la manipulación del Gobierno de ese atentado y ese fue el contenido de todas las conversaciones».

Ante esto, el representante de Eusko Alkartasuna aseguró que el informe de «los servicios de espionaje del Gobierno» es «novelado» porque «de datos y de intervenciones telefónicas hacen una novela utilizando el mismo guión que el Gobierno Aznar dictó a todos los medios de comunicación y aparatos del Estado y cuerpos policiales». A su juicio, este informe pretende «volver a unir el nacionalismo o los partidos abertzales radicalmente democráticos con el mundo del terrorismo y del atentado del 11-M».

Rafael Larreina también quiso aclarar que él no necesita a ninguna persona como intermediario para poder hablar con Carod Rovira o con cualquier otro representante de ERC porque «somos dos partidos que nos definimos como partidos hermanos, que tenemos una relación estrechí­sima y que, por lo tanto, no necesitamos de intermediarios». Tras esto, reconoció haber mantenido durante esos dí­as conversaciones tanto con Carod como con Otegi –«como hablo en otras ocasiones»– y agregó que, de esas palabras «se ha hecho un relato novelado por parte de los servicios de inteligencia, que yo llamarí­a de espionaje».

LO PREOCUPANTE

Sin embargo, para Larreina, lo más preocupante desde el punto de vista democrático «es que haya servicios de espionaje del Gobierno que se dediquen a intervenir conversaciones de representantes electos de la ciudadaní­a, de parlamentarios, sin ningún tipo de control ni autorización judicial y eso es graví­simo». «En cualquier paí­s democrático serio, esto supone la caí­da de un Gobierno y seguramente responsabilidades penales para los responsables de ese Gobierno», dijo para añadir que, cuando los miembros del PP se califiquen de demócratas, «seguramente una parte muy importante de la sociedad vasca profundamente democrática que rechaza cualquier práctica antidemocrática empezando por la violencia y siguiendo por este tipo de intervenciones, soltará una carcajada muy grande».

A su entender, tras esta «filtración» de notas del CNI, pretenden «echar un bote de humo» sobre la comisión de investigación de los atentados de Madrid «en la que se está viendo claramente que hay una responsabilidad polí­tica evidente para engañar a la ciudadaní­a del Estado español en esas fechas». «Lo que quieren es sembrar la confusión mediante estos botes de humo de intentar recoger la tesis inicial de mezclar partidos vascos y catalanes, radicalmente democráticos, con la estrategia de la violencia y el terrorismo y mezclarlos con el atentado del 11-M y eso es lo que es inadmisible».

ESPIONAJE

Ante el informe del CNI, EA estudiarán, junto con ERC y otras formaciones polí­ticas, la posibilidad de pedir la puesta en marcha de una comisión de investigación para «dilucidar cual es la responsabilidad de esas prácticas antidemocráticas e inaceptables en democracia como son que se espí­e a parlamentarios electos, cosa que ya nos temí­amos». En este punto, recordó que Eusko Alkartasuna ya presentó en el mes de enero en el Parlamento vasco una iniciativa en la que solicitó al presidente de la Cámara que solicitase a la Administración del Estado una relación de los miembros del Parlamento autónomo «que han sido sometidos a seguimiento, vigilancia o intervención de comunicaciones por parte del CNI, de las FSE o de cualquier organismo de la Administración del Estado así­ como los informes pendientes que puedan obrar en su poder». Según indicó Larreina, esta iniciativa sigue «especialmente vigente», tras la filtración de los documentos del CNI, porque «se están produciendo y se han producido prácticas totalmente antidemocráticas».

Asimismo, indicó que la iniciativa planteada en el Parlamento no fue atendida por el Gobierno del PP, por lo que su formación impulsará esta propuesta en la Cámara vasca para que se vuelva a hacer el requerimiento al Ejecutivo. Por último, consideró las presuntas escuchas telefónicas como un hecho «ilegí­timo, inaceptable en democracia y que supone además una vulneración flagrante del Estado de Derecho» y pidió «todas las responsabilidades que puedan caber, tanto desde el punto de vista polí­tico como, en su caso, después de estudiarlo, se pudiera deducir también responsabilidades de otro orden».

Por Rafa

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.