es-posible-y-necesario-dv-10-10-2016-batTranscribo a continuación el artí­culo que he publicado en el Diario Vasco el lunes 10 de octubre aportando mi reflexión sobre el actual momento polí­tico en el que se plantean las negociaciones para conformar el próximo Gobierno Vasco

Los resultados definitivos de los comicios del 25 de Septiembre han dejado un panorama polí­tico por un lado más abierto y por otro más ilusionante para una mayorí­a social de este Paí­s que piensa que la única forma de conseguir da respuestas justas, y por tanto socialmente sostenibles, a los problemas diarios de la gente es avanzar en el ejercicio de la soberaní­a. Que 57 de las 75 personas electas estén en favor del derecho a decidir; y que otras 38, que constituyen mayorí­a absoluta, tengan un compromiso claro con la implementación de polí­ticas sociales más avanzadas y eficientes, constituyen una señal clara de lo que pide y espera la mayorí­a de la sociedad vasca. Frente a la claridad de este mensaje que nos enví­a la gente a todas las fuerzas polí­ticas, me llama la atención la ambigí¼edad, con algunos momentos de escapismo hacia el PSE-EE, en la que se mueve el PNV. Su obsesión por no reconocer la pluralidad de EHBildu y sembrar dudas acerca de nuestro compromiso activo con la defensa de todos los derechos humanos sin excepciones y nuestra oposición a la utilización de la violencia parecen preparar el terreno para una apuesta polí­tica por el inmovilismo del pasado de la mano de un Partido Socialista cada vez más alejado de la realidad social vasca.

En Eusko Alkartasuna siempre hemos tenido claro que la polí­tica está para resolver los problemas de la gente y avanzar como Paí­s en clave soberanista y progresista por ví­as pací­ficas y democráticas, nunca para ocupar sillones y mantener ámbitos de poder. La historia de Eusko Alkartasuna, marcada por la impronta del Lehendakari Garaikoetxea, es fiel reflejo de que solo es posible avanzar en la resolución en clave social de los problemas, que afectan y angustian a la gente, en paralelo al avance del ejercicio de la soberaní­a en un contexto de pacificación y normalización polí­tica.  En esta lí­nea impulsamos la formación del Gobierno tripartito PNV-Eusko Alkartasuna-Euskadiko Ezkerra, que el PNV dinamitó expulsando del gobierno a EA, por defender el derecho de Autodeterminación que se citaba en mociones presentadas en los Ayuntamientos, y pactando un nuevo gobierno con el PSE-PSOE. En la siguiente legislatura los escaños de EA daban la mayorí­a y los pusimos a trabajar por un gobierno que promoviese un cambio del mapa escolar en favor de la normalización del euskera en un sistema educativo de calidad, que se comprometiese con la iniciativa legislativa popular que dio origen a la renta básica y que pusiese las bases para avanzar en la normalización y pacificación. De este Gobierno tripartito PNV/PSOE-EE/EA, saltó el PSOE-EE al final de la legislatura ante el vértigo que le produjeron los avances en el proceso de normalización polí­tica y pacificación que dieron origen pocos meses después al Acuerdo de Lizarra.

Habrá quien piense a qué no viene a cuento este excurso histórico y, sin embargo, yo creo que es muy oportuno en estos dí­as en que dirigentes del PNV cuestionan, cuando no echan en falta históricamente, el compromiso de EHBildu con la polí­tica institucional y los acuerdos de gobierno.

Quienes formamos parte de EHBildu hemos tenido responsabilidades institucionales formando parte de Gobiernos Vascos, Ayuntamientos y Diputaciones en los últimos treinta años. En estos momentos tiene especial relevancia, a este respecto, el acuerdo de colaboración parlamentaria entre los Grupos de PNV, Euskal Herritarrok y EA, alcanzado en la Cámara Vasca en mayo de 1999, para dar apoyo al Gobierno del lehendakari Ibarretxe, y que fue firmado por Xabier Arzalluz, y Joseba Egibar por el PNV, Arnaldo Otegi y Joseba Permach por Euskal Herritarrok, Carlos Garaikoetxea y yo mismo por Eusko Alkartasuna.

Si en aquellos momentos, mucho más complicados que los actuales, fue posible aquel acuerdo polí­tico en clave de Paí­s y de progreso, hoy además de posible es necesario. Optar por poner de referencia de la polí­tica vasca a quienes están llevando al Estado español a ser un Estado fallido económica, social y polí­ticamente, es suicida como Paí­s. La única forma de dar respuesta a las graves consecuencias de la crisis económica y social, acabar con los recortes sociales y laborales, impulsar un modelo educativo vasco de calidad, garantizar las pensiones de nuestros mayores, avanzar en la sostenibilidad medioambiental, reforzar y mejorar la sanidad pública, así­ como culminar el proceso de pacificación y normalización, es lograr un acuerdo de Paí­s que trabaje por la soberaní­a y la justicia social. Quienes en EH Bildu trabajamos y conseguimos aquel acuerdo de 1999 estamos dispuestos a trabajar y conseguir el acuerdo que la sociedad reclama y necesita.

El PNV tendrá que elegir entre moverse en el inmovilismo de seguir dando vueltas a la rotonda de un Estado y partidos que van camino de ser fallidos, o avanzar en materia nacional y social como propugnamos nosotros y lo están haciendo en Escocia o en otros ámbitos nacionales europeos.

Por Rafa

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