Este fin de semana hemos celebrado en Gasteiz el Congreso extraordinario del partido para actualizar la Ponencia Política, marcar las líneas de actuación del partido para los próximos años, renovar los Estatutos y elegir a la nueva dirección que va a tener la responsabilidad de llevar a la práctica la línea política aprobada.
Durante día y medio hemos tenido un amplio debate, intenso y civilizado, que se ha concretado en amplios acuerdos, y en el mantenimiento también de discrepancias pero con el compromiso democrático de que todos hemos aceptado el resultado y las ponencias son asumidas por todos.
Quizás esta ha sido la gran novedad del Biltzar: había unanimidad en aceptar las reglas del juego democrático y había también ilusión por iniciar un nuevo camino con una fuerte cohesión interna.
Y, como en las ocasiones memorables, también ha habido emoción. Nuestro querido Koldo Amezketa, que ha tenido la generosidad de ejercer el cargo de vicepresidente del partido en unos momentos muy complicados en estos meses rpevios al Congreso, recibió una extensa, sentida y agradecida ovación de todo el Congreso.
El se emocionó porque, conociéndole, seguro que lo consideraba excesivo; a mi me pareció que se quedó corto el homenaje, pues Koldo es una de esas personas que siempre ha estado al servicio de un ideal, sin arredrarse ante las dificultades y renunciando siempre a la comodidad propia en favor del servicio a los demás. Creo que en estos tiempos en que prima el utilitarismo, el individualismo, el buscar el propio beneficio, hay que resaltar compromisos vitales y calidad humana como la de Koldo.
Y junto con la emoción, la ilusión de abrir una nueva etapa con una nueva dirección, que recoje el testigo de las anteriores. Con Pello Urizar al frente, la nueva ejecutiva parte con una base sólida y cohesionada para ganar el futuro.