3306BR.jpg Esta mañana se ha celebrado en el Parlamento Europeo un debate y una votacion sobre el proceso de paz en el Pais Vasco, Euskadi o Euskal Herria, que para mi son terminos sinónimos (esto para tranquilidad de Iñaki Anasagasti que conocedor de como funcionan los medios de comunicación y sus libros de estilo, sabe que cuando uno dice Comunidad Autonoma Vasca o CAV, automáticamente alguien escribe Euskadi). He tenido la oportunidad de estar presente formando parte de una amplia delegacion del conjunto de Euskal Herria. Eusko Alkartasuna ha estado muy presente en todos los pasos previos a este debate y hoy en la tribuna de autoridades estaba representada por Begoña Errazti, Martin Aranburu, Begoña Lasagabaster, Maiorga Ramirez, Esther Larrañaga y yo mismo, como miembros de los dos Parlamentos de Hegoalde, Gobierno Vasco, Mesa para el acuerdo democratico de Base y de la Ejecutiva Nacional de EA.

También coincidimos y tuve la ocasión de volver a charlar e intercambiar puntos de vista con los presidentes de las Asociaciones de Ví­ctimas del Terrorismo de Andalucí­a y Cataluña que asistieron al debate, coincidiendo con ellos en la necesidad de seguir trabajando para llevar a buen puerto el proceso abierto sin olvidarnos nunca de quienes han sufrido directamente el azote de la violencia, del terrorismo.

Ha habido varias cosas que me han llamado la atención.

En primer lugar el estilo «hooligans» que el PP habí­a puesto de moda en el Congreso de los Diputados lo ha trasladado, al menos en este debate, al Parlamento Europeo tanto en el hemiciclo como en un sector de la tribuna de invitados que se dedicó a abuchear e insultar al presidente Borrell. Parece que no se han enterado todaví­a que las formas acaban pervirtiendo y haciendo irreconocibles los contenidos de los discursos.

En segundo lugar el espí­ritu democrático de las instituciones europeas y francesas que permitireron dos concentraciones de signo contrario ante el Parlamento y que solo establecieron un mecanismo de seguridad para evitar que coincidieran en el mismo espacio fí­sico. Las dos se desarrollaron con normalidad. A ver si por los lares del estado español van aprendiendo que la libertad de manifestación es un derecho que no se puede conculcar y que no pasa porque se expresen ideas, reivindicaciones y planteamientos polí­ticos en la calle de forma pací­fica. No hubo provocaciones ni respuestas desproporcionadas por aprte de las fuerzas policiales. Como anécdota, cuando tres personas se acercaban al Parlamento Europeo con unas banderas de navarra por el lado donde estaban concentrados los del foro de Ermua con banderas españolas, los Gendarmes franceses lo tuvieron claro (mucho más claro que Miguel Sanz): les dijeron «ustedes con los los vascos en el otro lado» y les acompañaron al lugar de la otra concentración.

En cuanto al debate se desarrolló por los cauces previstos: concreción, concisión (entre dos y cuatro minutos de intervención por grupo parlamentario) y claros. El portavoz del Partido Popular Europeo fue mucho más suave de lo que habian sido las declaraciones de los populares españoles: tuve la sensación que estaba incómodo con un posicionamiento que no acababa de comaprtir del todo.

El portavoz socialista estuvo habil cuando cito una frase del primer ministro español apoyando el dialogo y el proceso de paz: y cuando todos estábamos pensando en Rodriguez Zapatero, nos dijo que era de José Maria Aznar cuando era presidente del gobierno en la tregua del 98.

La intervención más ajustada a la realidad vasca fue la de la portavoz del grupo de la ALE y los verdes, Monica Frassoni pues centró perfectamente la cuestión en la existencia de un problema polí­tico que debe resolverse a través del diálogo, la democracia, la no violencia y el respeto a la decisión democraticamente expresada de la ciudadaní­a vasca, al mismo tiempo que en la lí­nea de EA reiteró nuestra profunda solidaridad y respeto a todas las ví­ctimas del terrorismo.

Se vió la importante labor de Eusko Alkartasuna en la preparación de este Pleno, en el impulso de la creación del «Friendship» y en los contactos que todos los miembros de la delegación de EA hemos venido manteniendo desde hace muchos meses con un sinfin de miembros de los diferentes grupos del Parlamento Europeo.

Esta fué su intervención completa:

Monica Frassoni, co-presidenta del grupo Verdes/ALE, hizo la siguiente intervención en el plenario (solo los Presidentes de grupo estaban autorizados a intervenir en el debate):

«El Grupo de los Verdes /Alianza Libre Europea apoya el proceso que se abrió en España para derrotar definitivamente el terrorismo de ETA y encontrar una salida al conflicto vasco, tal y como aprobó el Congreso el 20 de mayo 2005. Al mismo tiempo, reiteramos nuestra profunda solidaridad y respeto para todas las victimas del terrorismo.
Apoyamos el proceso en el método y en el contenido; porque rechaza la violencia, está abierto a todas las opciones para la solución final, no es excluyente y responsabiliza también a todos los partidos polí­ticos vascos y a la sociedad vasca en general para poner fin al llamado conflicto «vasco».


Debatir sobre este tema en el PE no significa inmiscuirse en la polí­tica de un estado miembro; simplemente se trata de impulsar un proceso ya en curso y reafirmar que el terrorismo y la violencia son asuntos que afectan a todos los europeos y las europeas; por mucho que este proceso sea difí­cil y sin resultado seguro nosotros apoyamos y apoyaremos a aquellos que han decidido correr el riesgo de emprender una ví­a diferente a la del gobierno de Aznar, que con toda evidencia no logro’ resultados definitivos.

Como rezaba la frase de Gandhi » no existen caminos para la paz, la paz es el camino».
Creemos que es pertinente debatir este proceso aquí­, siempre estuvimos a favor de que así­ fuera, incluso cuando fue el partido popular español el que – de manera insistente y dura – quiso traer a esta cámara este conflicto para obtener apoyo a su polí­tica. Polí­tica que nosotros siempre consideramos errónea, porqué se fundaba sobre la idea que para derrotar el terrorismo era necesario dividir la sociedad vasca en vez de unificarla. De esta polí­tica errónea los vascos y la mayorí­a de los españoles están cansados. Para nosotros las claves del éxito de este proceso, son la democracia, la no violencia y el respeto del derecho a decidir de los vascos.

Y con estos objetivos en mente vamos a seguir acompañando este proceso como amigos y amigas y como aliados firmes en la lucha contra el terrorismo, todos los terroristas.»
Finalmente también me llamó la atención la intervención de un europarlamentario irlandés de los no inscritos que pertenece al partido de Pasley que contra todo pronóstico inistió en la necesidad de buscar acuerdos con lo que el llamaba los enemigos para poner bases sólidas para la paz.
Como conclusión clara saqué que la voluntad de los europarlamentarios era muy mayoritaria en favor del proceso; más amplia que lo que las cifras de la votación indicaban. Y seguramente así­ habria quedado patente en la votación si no hubiesen funcionado las presiones del PP español ayudados por errores de bulto como el enví­o del escrito que alguien de batasuna hizo llegar a todos los miembros del Parlamento, que lejos de conseguir sumar apoyos los espantó, o la noticia del robo de armas en Francia.
Creo que nos queda mucho trabajo por hacer.

Por Rafa

3 comentarios en «Desde Estrasburgo, crónica desde el Parlamento Europeo»
  1. Algun asiduo lector ha mandado dos articulos completos publicados en algun medio de comunicación escritos por otras personas.He decidido quitarlos pues la filosofí­a de este blogg es que haya reflexiones propias e intercambios de ideas con todo el que quiera compartir conmigo estas reflexiones. Valoro y aprecio mucho más el esfuerzo de escribir las propias reflexiones que el ejercicio del «copia y pega»; así­ que salvo aportaciones extraordinarias borraré los «copia y pega»

  2. Hola Rafa, no hemos coincidido nunca pero siempre te he seguido tus declaraciones sobre las ví­ctimas que me han parecido valientes para alguien que s emueve en el nacionalismo radical. despues de leer lo del «copia y pega» no me atrevo a pegar un artí­culo de Carmen Torres Ripa, una ví­ctima del terrorismo, que me parece interesante. Te dejo el enlace para que tu decidas.
    http://www.deia.com/es/impresa/2006/10/27/bizkaia/iritzia/302591.php

    Saludos, Luis

  3. Hola Luis:
    me parece bien este sistema del enlace sobre todo en este caso en el que creo que el artí­uclo si aporta muchas cosas positivas.
    Coincidí­ con Carmen Torres Ripa y Gorka Landaburu en el avión que iba desde Biarritz a Estrasburgo y luego en el propio Parlamento Europeo. Aproveché para saludar a Carmen a la que no veí­a desde hací­a mucho tiempo; con este motivo vinieron a mi mente muchos recuerdos. Yo tuve ocasión de conocer y tratar a Jose Mari Portell; de hecho habí­a quedado para estar con él al dí­a siguiente de que lo asesinara ETA. Yo estaba estudiando en la Universidad y tení­a un gran interés por los emdios de comunicación; con un grupo de amigos tení­amos la idea de poner en marcha un suplemento universitario, en el que escribiesen estudiantes, en algun medio de comunicación. Yo contacté con Jose Mari Portell que era director de la Hoja del Lunes de Bilbao y trabajaba también en la Gaceta del Norte. Mi audacia e inconsciencia juvenil topó con la categorí­a humana de Portell que no puso ninguna pega para recibir a un «indocumentado» estudiante y escucharle. Le gustó la diea y empezamos a trabajar sobre ella. Tuvimos un par de reuniones y habí­amos quedado para tener una tercera al dí­a siguiente de que le mataran. Para mi fué un impacto tremendo; habí­an matado a una persona con la que iba a estar al dí­a siguiente y con la que ya no iba a poder estar; era la primera vez que veí­a y sentí­a tan cerca la inhumanidad de la violencia. Al dí­a siguiente fuí­ a la capilla ardiente, que estaba en la asociación de la prensa en la calle Ledesma de Bilbao, vestido con un kaiku azul en el que llevaba la ikurriña bordada en el bolsillo superior porque querí­a exteriorizar mi rechazo a la violencia, al terror y querí­a exteriorizar también que muchos, muchí­simos abertzales no estábamos de acuerdo, rechazabamos rotundamente la violencia. Cuando entré en la sala donde estaba instalada la capilla ardiente sentí­ algunas miradas extrañas, indignadas, que quizá pensaban que mi presencia así­ vestido era una provocación; Carmen, que me conocí­a se dió cuenta y vino a darme un abrazo que difuminó la inquietud que habí­a surgido en algunos de los presentes. Esta escena todaví­a la tengo grabada casi treinta años después y cada vez que le leo a Carmen compruebo que sigue teniendo esa gran humanidad, ese gran corazón y esa categorí­a humana de las grandes personas. Este artí­culo del que me enví­as el mensaje es una buena prueba de ello.

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