Larreina ha aseverado que si para ir avanzando en la fase de normalización es necesario cambiar la Constitución, «se cambia y no pasa nada», ya que «eso es la democracia» y se trata de una medida que «permitiría culminar el proceso de la Transición».El secretario de organización de Eusko Alkartasuna, Rafa Larreina, ha exigido al PSOE «que no caiga en la trampa dialéctica» y en el «fundamentalismo» del PP sobre el debate de posibles cambios en la Constitución y le ha pedido que «sea valiente» para lograr la normalización política» de Euskadi. Además, ha considerado que el Gobierno de Zapatero «podría avanzar más» en esa dirección si adoptara medidas sobre los presos «que, sin salirse de la legalidad, permitan generar un clima de distensión».
En una rueda de prensa ofrecida en la sede de EA en Vitoria-Gasteiz para analizar la situación política en el 27 aniversario de la Constitución, Larreina ha indicado que esta celebración se produce en «un momento importante e histórico», en el que se está preparando «un cambio de una etapa política a otra». Además, ha considerado que el texto constitucional tiene «pendiente» la culminación de la transición, y que para cerrar ese proceso el texto debe «reconocer las diversas realidades nacionales que hay en el Estado español». Ante la «crispación y desconcierto» que a su juicio están rodeando esta momento, destacó la necesidad de «trasladar un mensaje de serenidad para que el cambio de etapa se produzca con la mayor tranquilidad posible».
Por otra parte, Larreina ha instado a los populares a que adopten una postura de mayor «serenidad y espíritu democrático» y al PSOE a que «no caiga en la trampa dialéctica del PP y sea valiente para culminar un proceso que lleve a la normalización política» de Euskadi. Presos vascos Larreina cree que el Gabinete de Zapatero podría «avanzar más en temas como el de las personas en prisión». En su opinión, el Gobierno podría adoptar en este sentido «medidas que, sin salirse de la legalidad vigente, permitan generar un clima de distensión». Esa normalización debería de tener como punto de partida «la desaparición de la violencia» y también de «la ilegalización de partidos». Asimismo, debería articularse en torno a dos ejes: «que todos los proyectos políticos se pueden defender con total libertad, sin amenazas ni trabas legales» y que «todos los proyectos políticos se pueden llevar a la práctica si tienen el apoyo mayoritario de la sociedad de forma pacífica y democrática». Larreina también ha explicado las fases del proceso que habría de desembocar en la normalización: cese de la violencia, diálogo y consenso, y «darle la decisión a la ciudadanía para que refrende ese consenso». Cambios en la Constitución El dirigente de EA ha aseverado que si para ir avanzando en esas fases es necesario cambiar la Constitución, «se cambia y no pasa nada», ya que «eso es la democracia» y se trata de una medida que «permitiría culminar el proceso de la Transición».