Defiende la reforma estatutaria indicando que «no es el fin, es un instrumento». Rafa Larreina certificó que «el autonomismo ha muerto» y recordó a Juan José Ibarretxe que «no cuente con EA para repetir el pasado». De esta forma, el portavoz de Eusko Alkartasuna defendió la validez del proyecto de reforma es- tatutaria «como instrumento para avanzar, no como fin».
La parte final de la intervención de Rafa Larreina deparó los párrafos más sustanciosos. El portavoz de EA sentenció que «el autonomismo ha muerto», al tiempo que enviaba sendos mensajes al resto de fuerzas de obediencia vasca presentes en la Cámara. Así, advirtió al lehendakari que su partido «ha estado y estará con el plan», pero que «no cuente con EA para repetir el pasado». En cuanto a Sozialista Abertzaleak Âaunque no hizo referencia expresa a dichas siglasÂ, Larreina le indicó que «el plan Ibarretxe no es el fin, es un instrumento para avanzar».
Así, abogó por «poner el actual entramado institucional en el camino de la soberanía» y lamentó que todavía no se haya celebrado la consulta popular. El portavoz de EA remarcó que «los conflictos políticos se resuelven por vías políticas, no con la represión policial o con el terrorismo». Este fue el colofón de un discurso que había comenzado con otra declaración en tono solemne: «No aceptaremos un Estatuto que deje al margen la soberanía y la territorialidad de Euskal Herria».
«Regeneración democrática»
En la parte media, Larreina no desaprovechó la oportunidad de cargar las tintas contra la gestión del Gobierno español, al señalar que «ha transcurrido ya más de medio año y no se vislumbra la necesaria regeneración democrática de las libertades y derechos pisoteados por el Gabinete Aznar».
«Esa regeneración no se hace con sonrisas y buenas palabras, sino con determinación política», advirtió, para añadir que esta determinación es necesaria «para acabar urgentemente con vergí¼enzas democráticas como el ‘Pacto Antinacionalista’, el ‘Pacto por la Injusticia’, la politización brutal de la Justicia, la política penitenciaria vengativa o la Ley de Partidos». De este modo, el portavoz de EA llegó a la conclusión de que «el talante de Zapatero es el mismo que el del Partido Popular, pero sonriendo».