BILBAO, 11 Ago. (EUROPA PRESS) – El portavoz parlamentario de EA, Rafael Larreina, aseguró hoy que la voluntad de la ciudadanía vasca expresada de forma democrática y pacífica «no va a poder ser ni obviada ni impedida ni obstaculizada» por parte del Gobierno del PSOE.
El dirigente de Eusko Alkartasuna se refirió, de esta forma, a las manifestaciones realizadas por el ministro de Justicia, Juan Fernando López Aguilar, en las que aseguró que la reforma de la Constitución no permitirá consejos autonómicos del Poder Judicial. «Desde EA queremos decir muy claro a López Aguilar, a Zapatero y a todos los miembros del Gobierno socialista que el único limite a la democracia es la voluntad de la ciudadanía y que el PSOE tiene que tener muy claro que no se puede avanzar hacia un modelo de Estado homogeneizador, que no reconozca la pluralidad y el deseo y las asspiraciones de los ciudadanos de cada una de esas partes del Estado», dijo en declaraciones a Europa Press.
En este sentido, recordó que el proyecto de nuevo Estatuto vasco contempla «un sistema judicial digamos que dentro del Estado, pero con unas características propias y, si a esto no se le da respuesta, no podremos avanzar en la solución del problema político de fondo». Por este motivo, consideró que el ministro de Justicia «podrá decir lo que quiera pero tiene que tener muy claro que la voluntad de la ciudadanía vasca expresada de forma democrática y pacífica no va a poder ser ni obviada, ni impedida, ni obstaculizada por parte del Gobierno socialista».
A su entender, los socialistas están cometiendo un «error importante a la hora de diseñar lo que debe ser una construcción moderna del Estado y lo que debe ser la tarea y el objetivo fundamental que era culminar el proceso de transición democrática». Según dijo, este proceso de transición no se podrá culminar si no se tiene en cuenta la voluntad de la ciudadanía de cada una de las zonas del Estado y «si no se parte de una realidad evidente y es que estamos en un Estado plurinacional lo que implica que hay distintas formas de concebir el Estado y distintos sentimientos de identidad nacianal dentro del Estado».
Por ello, manifestó que todos los sentimientos de identidad nacional tienen que tener un «cauce de expresión democrático normalizado» ya que, de lo contrario, «y se pretende seguir con el espíritu de la LOAPA, que es el espíritu de la transición inacabada, de la mentalidad franquista que pervivía en los años 80, no se va a dar por finalizado ese proceso de transición democrática que se inició en el año 77».