Mientras se sienta para iniciar la entrevista, Rafael Larreina apunta que estas negociaciones con el PNV son las más extrañas de todas en cuantas ha participado a lo largo de su vida polí­tica.  GARA.Gasteiz Pese a la rotundidad de los términos en los que el PNV dio por rotas las negociaciones con EA, son muchas las voces que en ambos partidos demandan un tercer intento para formalizar la coalición y muchas también las personas que desde otros partidos no acaban de creerse que no haya un acuerdo final. ­

¿Es posible que se retomen las negociaciones con el PNV?

No lo sé. Pero como no depende de nosotros… Estamos a la espera con mucha tranquilidad. ­

¿Por qué no ha sido posible una coalición?

Pues tampoco lo sé. Si lo supiese, probablemente hubiéramos hecho algo para que fuera posible. La verdad es que nosotros no vemos ninguna razón para que no se haya ultimado el acuerdo. De hecho, el último fax lo recibimos en un momento en el que nuestra percepción era que se iba a producir el acuerdo de forma inminente. Cuando se estaba ultimando la negociación es cuando unilateralmente se interrumpe y se da por finalizada. ­

¿El PNV dice que EA no les contestó en el plazo fijado?

Los plazos no se pueden fijar unilateralmente y el PNV ha estado adoptando decisiones unilaterales desde el primer momento. Pero incluso admitiendo la existencia de un plazo, cuando se trata de alcanzar acuerdos importantes no es la primera vez que se paran los relojes.

­¿Hubo intentos de aproximación en los últimos momentos?

La última reunión fue el sábado. Después de las reuniones de las ejecutivas del lunes, el martes hubo contactos telefónicos. Y nosotros hicimos un esfuerzo importante de aproximación al escollo que tení­a el PNV, que era el del ámbito de la coalición. En Araba la respuesta fue al 98,57% de la población de lo que querí­a el PNV. En Bizkaia, al 91,52% y en Gipuzkoa al 95,39%. Yo creo que eso es hacer un esfuerzo importate. En la última semana hubo un esfuerzo de aproximación por nuestra parte de 20 puntos, pasamos del 75% de la población al 95%. Eso es una muestra importante de que habí­a voluntad de superar escollos, incluso en lugares en los que nuestra gente no lo tení­a claro. Habí­amos hecho un esfuerzo de convencer e incluso forzar a nuestra gente para que admitiera ir en coalición. Ese esfuerzo no se vio correspondido por uno similar o parecido del PNV en el otro escollo que habí­a encima de la mesa, que era la organización de esa coalición y la representación de cada cuál. Ahí­ estamos esperando todaví­a la respuesta. Quizá el PNV hablaba del ámbito, pero lo que querí­a era disminuir de forma gratuita la representación de EA. ­Hay personas en el PNV que consideran que la representación de EA en la coalición es excesiva. Según los datos, allí­ donde fuimos solos en el 99 mejoramos nuestros resultados, por lo que si alguien puede tener inflados los resultados es el PNV. Pero nosotros no hemos entrado en eso. Para EA lo importante es la apuesta polí­tica soberanista de fondo. Y si no empezamos las negociaciones antes fue porque no quisimos hacerlo hasta tener amarrado el compromiso de ir hacia un nuevo marco jurí­dico-polí­tico, que fue lo que se concretó en los meses de julio, agosto y setiembre y tomó forma en la presentación del plan del Gobierno Vasco que hizo público el lehendakari. Nosotros reivindicamos nuestra presencia institucional para afianzar esa apuesta estratégica soberanista de fondo.

­¿Ha fallado algo en esa apuesta estratégica para que no se formalizara la coalición?

No lo sabemos, pero lo ocurrido no es lógico. Porque si en lo relativo al ámbito estamos en cifras del 98%, del 95%, del 92% es obvio que éste no es el problema. No voy a entrar a juzgar intenciones de otros. Nosotros estamos en la apuesta polí­tica de superación del marco y de poner todo el entramado institucional vasco a trabajar en esa dirección. Si alguien se desmarca será otro, no nosotros. ­La apuesta de EA era por hacer coaliciones donde el liderazgo abertzale estaba en peligro, pero al final se admití­an localidades donde hoy gobierna EH y no hay ese problema.

¿Por qué?

Por eso digo que nosotros hemos hecho un esfuerzo importante incluyendo el ir en coalición incluso en localidades donde pensábamos que no era necesario. Si para el PNV era fundamental eso, por mantener la apuesta polí­tica hací­amos el esfuerzo a pesar de no estar convencidos. ­Cuando anteriormente se rompió la negociación, habí­a cargos de EA que en privado se mostraban contentos por no volver a coaligarse con el PNV. Puede haber sensaciones personales diversas, como las habrá en el PNV, pero la decisión de la Asamblea Nacional era la apuesta por el cambio de marco jurí­dico y en ese camino por la coalición. ­Se ha hablado de que habí­a acuerdos de las ejecutivas regionales.

¿Es cierto?

Los cuatro presidentes lo han negado en público y en privado. Es más, la última propuesta del PNV, la del 13 de enero, fue considerada inaceptable por los cuatro presidentes, tanto en lo que afectaba a su territorio como en general. ­No puede ocultarse que la ejecutiva guipuzcoana ha sido más proclive a buscar acuerdos con el PNV.

¿Temen alguna incidencia en este territorio?

No. El partido lo tiene muy claro y es unánime en lo relativo a la apuesta polí­tica de fondo. ­El PNV habló de que las elecciones tení­an un carácter plebiscitario sobre el Plan Ibarretxe.

¿Cómo queda eso?

No hay ningún problema. Detrás del Plan del Gobierno Vasco también está IU y nadie le pide que vaya en coalición con el PNV. Al final habrá que sumar los votos de las fuerzas polí­ticas que están por un nuevo marco jurí­dico-polí­tico. ­

¿Cuál ha sido el papel del lehendakari en estas negociaciones?

El lehendakari las ha observado desde fuera y supongo que habrá hecho llegar su opinión a su partido. ­¿Creen que el PNV está pensando en volver con el PSE, como dijo Garaikoetxea? Yo ya dije públicamente que hay mucha gente en EA que tiene la presunción de que el PNV pueda estar preparando un giro estratégico, y este elemento podrí­a servir de base. Son opiniones que hay. Cuando se habla de intenciones de otros, siempre se entra en juicios de valor. Pero estas opiniones existen porque ya ha ocurrido en el pasado. Y si ocurrió en el pasado puede volver a ocurrir en el futuro. Nosotros esperamos que no sea así­.

­¿Temen que el electorado castigue a los dos partidos si van por separado?

Espero que no. Sí­ hay una parte del electorado que ahora está desilusionada, que tiene una especie de desazón, pero espero que pasada la primera impresión lo vea con carácter positivo y de reto. Hay que seguir apostando por la ví­a a un nuevo marco y, después, esa parte del electorado tendrá que sufrir la incomodidad de tener que elegir ante las urnas. –

Por Rafa

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