Larreina reitera que su formación es independentista «con un concepto de independencia del siglo XXI y no del siglo XIX». VITORIA, 1 Ago. (EUROPA PRESS) – El secretario de Organización de EA, Rafael Larreina, afirmó hoy que «respeta» la posición del PNV en favor de la «soberanía compartida con España, Francia y Europa» frente a la opción de la independencia, aunque aseguró que no la comparte, ya que, a su juicio, supone «una vuelta al pasado» donde «no hay soluciones». Así, reiteró que su formación es independentista «con un concepto de independencia del siglo XXI y no del XIX», y dentro de «una Europa unida y en pie de igualdad». En una rueda de prensa celebrada en Vitoria, Larreina tachó, además, de «decimonónico» el concepto de independencia que tiene el presidente del EBB del PNV, Josu Jon Imaz, y le replicó que decir que «no tiene sentido» dicha opción política refleja «un cierto complejo o no querer ser claro con el propio proyecto político». «Lo que nos extraña es que el PNV propuso el sí a una Constitución europea que establece una Europa con fronteras y consolida los Estados, y ahora diga que ellos no quieren Estado dentro de esa Unión Europea, porque al final eso significa que no se quiere estar como vasco dentro de la UE», denunció.
En cualquier caso, dijo que «respeta» dicha posición, ya que todas las fuerzas políticas «tienen derecho a hacer sus reflexiones y a decir lo que son» y, además, «la sociedad vasca tiene derecho a saber lo que cada uno piensa con claridad y sin ambigí¼edades». «Nosotros respetamos la posición del PNV, pero no la compartimos», subrayó para, a continuación, argumentar que perciben en ella «una vuelta al llamado espíritu del Arriaga, una vuelta al pasado, a la época Ardanza». En este sentido, advirtió de que en el pasado «no hay soluciones, sino que las soluciones se construyen en el futuro». «Desde luego, EA no comparte ese concepto decimonónico que tiene Imaz de la independencia. Nosotros estamos en el siglo XXI y EA habla de independencia con total claridad, de independencia del siglo XXI en el siglo XXI y no del siglo XIX», insistió. Larreina abogó por decir lo que se piensa «sin complejos» y reclamó «la independencia de Euskal Herria dentro de Europa».
«Decimos con total claridad que si desaparecen los Estados dentro de la UE, nosotros no queremos, entonces, un Estado para Euskal Herria, pero si queda algo de los Estados español, francés o alemán, dentro de la UE, nosotros queremos también tener eso que quede de los Estados, ni mas ni menos, queremos estar en pie de igualdad», remarcó. En este punto, el dirigente nacionalista y socio del PNV en el Gobierno vasco reprochó a Imaz «un cierto complejo o no querer ser claro con el propio proyecto políticos». Así, defendió la necesidad de «ser claros». «Si uno quiere ser autonomista, regionalista, federalista o confederalista, que lo diga, tiene su derecho y la responsabilidad de convencer a los ciudadanos de que eso es lo mejor», sentenció.
CONTACTOS ENTRE PNV Y PSE
Respecto a los contactos mantenidos entre la formación jeltzale y los socialistas, Larreina los consideró «muy positivos» y recordó que su partido «también viene hablando desde hace ya mucho tiempo con el Partido Socialista, Batasuna y el resto de fuerzas políticas». «Eso es lo que yo creo que hay que hacer; hablar más con discreción y quizás hacer menos declaraciones explosivas a veces e inoportunas la mayoría de las veces, que no contribuyen a nada», manifestó, al tiempo que insistió en que «lo importante es sentarse a hablar con normalidad». En este sentido, aseguró que EA seguirá trabajando por el diálogo sin exclusiones, tanto en el Parlamento vasco, como en otros foros, en alusión al Foro de Debate Nacional, con el fin de «conseguir cuanto antes que nos podamos sentar en una mesa todas las fuerzas políticas y llegar a acuerdos». Tras reiterar que no se puede «perder el tiempo», pidió al Gobierno del PSOE y a ETA que «hablen de lo que tienen que hablar; de armas, presos, etc.», y a los partidos políticos que aborden el proceso de paz y normalización política «con responsabilidad». «ETA no tiene que demostrar que es capaz de causar daño y el Gobierno de Zapatero tampoco tiene que demostrar nada, todos sabemos que no se va a someter a ningún tipo de chantaje y que su intención es moverse en vías democráticas», señaló, para concluir reiterando que, por lo tanto, «es la hora de aprovechar el tiempo y de que el Gobierno hable con ETA de una vez por todas».