Insta a no hacer «una cuestión política de un tema que es meramente administrativo» y afirma que supone «intentar perpetuar una crispación de diseño».  El portavoz parlamentario de EA, Rafa Larreina (EA), manifestó hoy que no tiene que haber problemas para que la Mesa del Parlamento acceda mañana al cambio de denominación de Batasuna e instó a no hacer «una cuestión política de un tema que es meramente administrativo». Además, afirmó que ello supone «seguir con la política de crispación». Larreina, que realizó estas declaraciones en el Parlamento vasco, dijo que «la denominación de los grupos parlamentarios, así como quien debe ser su portavoz titular y sus portavoces suplentes, es algo que corresponde a los propios grupos y que, por lo tanto, se trata de un trámite de comunicación a la Mesa». A su juicio, a la Mesa del Parlamento le corresponde sólo «darse por enterada del cambio y darle curso a partir de ese momento en todas sus comunicaciones».
«Yo creo que, además, hacer cuestión política de un tema que es meramente administrativo es sacar las cosas de quicio, creo que simplemente supone seguir con la política de crispación, de búsqueda de enfrentamientos artificiales entre las fuerzas políticas y creo que no contribuye en nada ni a la normalización política, ni a acercar tampoco la política y las instituciones a los ciudadanos», añadió. Para Larreina, «en esta Cámara hay cosas mucho más importantes que debatir en el ámbito político que el debate sobre si un grupo parlamentario se tiene que denominar de una forma o de otra». «Nosotros pensamos que se deben superar este tipo de situaciones. Hay que ir a los debates de fondo, es decir, a los problemas que aquejan a este país, a los problemas que preocupan a los ciudadanos y ahí es donde se debe producir el debate fundamental y el debate político», señaló.
En su opinión, la Mesa del Parlamento «no se debería oponer» a la modificación de la denominación de la formación abertzale» y dijo que «sería absurdo» no acceder a ello. Para el dirigente de EA, «es independiente» la ilegalización de Batasuna y el cambio de denominación porque «se pueden buscar todo tipo de argucias, argumentos y contra-argumentos». «Si uno se atiene a las declaraciones hechas por el ministro de Justicia, da la impresión de que da lo mismo que se llame de una forma o de otra», apuntó. A su entender, «el debate político se ha planteado en otros términos. Está en perpetuar ese clima de crispación y enfrentamiento, que, en muchos casos, es artificial, es una crispación de diseño sometida a intereses partidistas y, en función de ese objetivo de crispar, de tensionar la vida política de este país, se argumenta todo lo que haga falta». Además, recordó que a su partido le parece «incorrecta, desde el punto de vista político, la ilegalización de Batasuna».
«Pensamos que en democracia no se puede producir una restricción de las libertades básicas, como es la libertad de asociación política, la libertad de pensamiento, la libertad ideológica y, por lo tanto, es un planteamiento que no contribuye nada ni a la normalización política ni a la solución del problema de fondo, ni contribuye en nada tampoco a fomentar un nuevo clima político que lleve a solucionar los problemas que tiene esta sociedad, empezando por el problema de la violencia», subrayó. Por ello, insistió en que al Partido Popular le es igual el cambio de denominación «porque, haga lo que haga Batasuna, si el PP sigue con esa política buscará otro tipo de medidas para llevar a cabo lo que pretende».