Esta mañana en Zumaia he recordado como recibí la noticia del asesinato de Joxe Mari Korta hace once años. Me impresionó mucho porque justo antes de salir de Euskal Herria, unos veinte días antes, había coincidido con él y habíamos estado hablando sobre como hacer para conseguir la Paz que tanto necesitaba y necesita Euskadi, Euskal Herrria. Era mi último día en pirineos y al día siguiente -sin pasar por Gasteiz- viajé directamente a Zumaia para pasar por la capilla ardiente instalada en el Ayuntamiento, transmitir mi pesar y mi cercanía a la familia, mostrar públicamente mi rechazo, mi condena del asesinato, y -como yo soy creyente- volver a rezar pidiendo por Joxemari, por su familia y por la paz para nuestro atribulado Pueblo.
Esta mañana, en esos quince minutos de silencio volvía a recordar aquella conversación y veía que seguían teniendo sentido los conceptos, las ideas que Joxe Mari transmitía con pasión, con la pasión del convencimiento y de la experiencia: el trabajo tenaz, esforzado, comprometido; el diálogo; el respeto al otro, la aceptación de la diferencia. Y, con estos recuerdos, volvía a reforzar el compromiso de seguir trabajando con tenacidad para conseguir que la Paz sea una realidad cuanto antes, siguiendo el propio camino sin miedo al que dirán.
Esto del que dirán ha estado y esta muy presente en los últimos años. De EA primero, de Bildu después, se ha dicho de todo. íšltimamente se ha puesto de moda que todos exijan a Bildu pasos, pronunciamientos, actuaciones,….. como si la historia comenzase hoy por la mañana y acabase hoy por la tarde. Hay quienes -a pesar de su pasado bien en el ámbito abertzale, bien en el españolista, bien en el franquista- incluso nos quieren dar lecciones de compromiso con la defensa de los derechos humanos y la democracia a quienes siempre lo tuvimos claro y nunca empuñamos un arma. Más útiles serían para el País si en vez de lanzar exigencias a diestro y siniestro, se concentrasen en ver que hacen ellos para que ETA acabe definitivamente y la Paz sea una realidad cuanto antes.
En EA llevamos ya veinticinco años trabajando con seriedad y tenacidad en ello; en Bildu llevamos ya unos cuantos meses -con un trabajo previo largo e intenso- demostrando que se va avanzando. Y si alguien tiene dudas, que consulte las hemerotecas para ver lo que decían unos y otros hace año y medio, y comprobará que los malos augurios y piadosos comentarios que se referían a la ingenuidad de EA, a su debilidad,… se han difuminado por su propia falta de peso y escaso fundamento.
Pero no nos dormimos en los laureles, vamos a seguir trabajando con la misma tenacidad y seriedad para conseguir la normalización política, la pacificación, cuanto antes, contando con todos -aunque algunos todavía no quieran contar con nosotros-, defendiendo la pluralidad, con una visión incluyente del País.
Seguiremos avanzando, sin miedo al que dirán, con el ritmo que nos hemos marcado porque creemos que es el más adecuado para avanzar con seguridad y rapidez hacia el objetivo que todos queremos: poder vivir en Euskal Herria con libertad, sin exclusiones, sin limitaciones de derechos, respetando y defendiendo la dignidad de cada persona sin ningún tipo de discriminación.