Hoy se cumplen diez años del asesinato de Jorge Adolfo Freytter Romero en Barranquilla, Colombia, y algo más de seis años desde que conocí­ este terrible acontecimiento a través de la tragedia que seguí­a amenazando a su familia, de forma especial a su hijo Jorge. Diez años que han pasado muy rápido, pero que a la vez son una eternidad para una familia a la que se le ha privado de un marido, de un padre.

Durante este tiempo esta familia ha tenido que luchar para sobrevivir, para conseguir que no se olvidase un hecho tan terrible, para lograr que se abriese camino la verdad, para que se hiciese justicia. Ha habido avances, incluso condenas, pero todaví­a no se ha hecho la luz, no se ha llegado al fondo, no se ha abordado la reparación exigible moralmente en justicia.

Esta lucha continúa pues la amenaza del olvido, la obsesión por el oscurecimiento de la verdad, los obstáculos para impedir que se haga justicia siguen presentes, aunque ahora camuflados tras bellas palabras y la indiferencia de un Estado que aboga por el olvido pues le incomoda una realidad que, aunque se resista a reconocerlo, ha nacido de sus entrañas.

Y en esta lucha no deben estar solos, tenemos la obligación moral de acompañarles, de ayudarles, de sumarnos a ese clamor -potente aunque sólo surgiese de una sola boca- de exigencia de justicia. Justicia que empieza por el esclarecimiento de la verdad, por el reconocimiento del dolor causado, por la asunción de responsabilidades por parte de un Estado que cobijó en su seno a las personas que cometieron tal barbaridad.

Debemos rebelarnos ante la tentación del olvido, ante la comodidad de seguir la corriente del viento dominante del “establishment”; debemos alzar nuestra voz solidaria si queremos salvaguardar un principio ético fundamental para una convivencia humana, democrática: el fin nunca justifica los medios.

Desde Euskal Herria, que ha sido tierra de acogida para un hijo de esta querida familia, y donde desgraciadamente tanto sabemos también de dolor injustamente causado por la violencia de diferentes orí­genes y agentes que olvidaron ese principio ético fundamental, queremos unir nuestra voz a esa exigencia de verdad, dignidad y justicia, que son la base sólida sobre la que construir un escenario de reconciliación que abra camino al perdón y posibilite un futuro del que todas las personas puedan participar en paz, justicia y libertad.

Por Rafa

Un comentario en «IN MEMORIAM DE JORGE ADOLFO FREYTTER ROMERO»
  1. Ya es desgracia lo que pasa en COLOMBIA, con gobiernos que dominan el negocio del narcotráfico dr cocaina….comprando periodistas, jueces,politicos, creando el paramilitarismo…..el señor ALVARO URIBE,que estos dias es recibido por URCULLU,este que exige que se condene la violencia…mientras el come con el DEMONIO.
    EN YOU TUBE URIBE Y EL NARCOTRAFICO
    FALSOS POSITIVOS

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