Hoy, en el Alkartasun Eguna en Donostia, hemos tenido un recuerdo y un fuerte aplauso para José Antonio Labordeta que en varias ocasiones nos había acompañado en esta celebración, como miembro de un partido hermano –Chunta Aragonesista– con el que formamos parte de la Alianza Libre Europea, nuestro partido europeo.
Siempre tendré el recuerdo de la amabilidad, la humanidad, el aprecio de José Antonio, asi como la atención que me prestó -como siempre hacía cuando coincidíamos- la última vez que estuve con él.
Su experiencia, su conversación culta y amable, con su característico humor, siempre te abría nuevos caminos que eran escuela de humanidad y por los que sentías el deseo de transitar.
Nos ha dejado una huella muy grande, un ejemplo para todas las personas que tuvimos la suerte de conocerle, especialmente para los que nos movemos en estas procelosas aguas de la política.
Por eso quiero dejar estas líneas que se resumen en el encabezamiento que en euskera rinde homenaje a un amigo del que no me quiero despedir del todo;Â por eso finalizo con un «hasta luego amigo» rindiéndote el HONOR que se merecen las personas que han sabido SERVIR -así, con mayúsculas- a su Pueblo.