Esta mañana nos hemos encontrado con dos nuevos atentados de ETA, en Gasteiz y en Ondarroa. Y con ellos una nueva sensación de hastío, de tristura, de volverse a preguntar ¿con esto tenemos futuro como País?. El único alivio es conocer que ninguna de las personas heridas se encuentra en estado grave
Según ha avanzado el día, al comienzo del acto político del Alkartasun Eguna en Laudio, me llega la noticia de que conozco al hermano de una de las personas heridas: uno de nuestros jóvenes y activos militantes de Portugalete. Otra vez la reflexión sobre la inhumanidad, la irracionalidad, el desprecio a las gentes de Euskal Herria, que anida en quienes están detrás de estos atentados.
Antes incluso de la reflexión surge el sentimiento de solidaridad, apoyo y cercanía con las personas heridas, con sus familias, compañeros y amigos.
No caben consideraciones políticas ante estos hechos, únicamente la condena y el compromiso de seguir trabajando para que esta lacra desaparezca de nuestro País.