Hoy al mediodía recibía la noticia de que habían detenido a Alberto Frías, el hombre de Eguzki, porque parece ser que ha sido condenado dentro del sumario 18/98. Ahora mismo acabo de ver el vídeo de la detención de Sabino Ormazabal que parece también ha sido condenado dentro del mismo sumario. La verdad es que me ha tocado el vídeo. No conozco con detalle a muchos de los implicados en el sumario, pero a estos dos -y a algunos otros también- los conozco lo suficiente para saber que tienen un compromiso activo con la defensa de los derechos humanos. Por eso esta supuesta sentencia, si es condenatoria, al menos en estos dos casos me escandaliza y me confirma que detras de todo el proceso han empujado más los criterios políticos subjetivos que los criterios jurídicos y penales.
En la corte madrileña y en estratos judiciales se impuso aquel criterio del Gobierno Aznar de que todo es ETA y el consecuente todo vale judicial para acabar con el terrorismo. A partir de aquí han primado los criterios políticos, se ha dinamitado la separación de poderes y la independencia de ciertos poderes judiciales es más que discutible, al menos en todo lo que se refiere a Euskal Herria y el conflicto político de fondo: no admitir la unidad de la nación española o defender el derecho de autodeterminación de los pueblos se equipara automáticamente a un supuesto apoyo al terrorismo.
¿Hasta cuando tendremos que convivir con «las injusticias de la justicia» de ver a miembros de Mesas del Parlamento, Portavoces Parlamentarios, Lehendakari y otros dirigentes políticos procesados por ejercer su función democrática?
Esto no ha sido mas que una cronica anunciada, no esperabamos menos por parte del tribunal de excepcion franquista que es la Audiencia Nacional.
Una vez mas tenemos que volver a pedir la derogacion de este tribunal especial creado practicamente «ad hoc» para juzgar todo lo que huela a vasco.