Tal dí­a como hoy de 1942 el Tribunal Supremo Militar confirmaba la pena de muerte que un 3 de julio del año anterior habí­a impuesto el tribunal inferior a Luis Alava Sautu y que serí­a ejecutada la madrugada del 6 de mayo de 1943.

Luis Alava Sautu era una persona excepcional, abertzale y comprometido con la causa de las libertades. Las primeras noticias sobre su existencia las tuve de forma velada en conversaciones familiares a media voz que escuché de crí­o, cuando mi ama contaba que a comienzos de la Guerra de 1936 en Gasteiz -siendo todaví­a una niña- acompañaba a mi abuela cuando llevaba la comida a dos personas que estaban escondidas: una de ellas era Don Luis Alava a quien mi abuela tení­a por una excelente persona. Más tarde tuve la oportunidad de conocer y compartir militancia en Eusko Alkartasuna con Maritxu Alava, hermana de Luis, que falleció hace casi dos años habiendo superado los 103 años.

Luis era el jefe de la resistencia vasca en el interior, cuando los alemanes de Hitler entraron en Parí­s y ocuparon la sede del Gobierno Vasco en la capital francesa. Poco tardaron los nazis en pasar toda la información y documentación incautada a su aliado el gobierno de Franco. Cerca de treinta personas fueron detenidas y posteriormente juzgadas, entre ellas otra persona excepcional a la que también tuve la fortuna de conocer: Bittori Echeverria.

Ahora yo me indigno, cuando a algunos del gobierno socialista se les llena la boca con una Ley de Memoria Histórica que no contempla la anulación de los procesos que llevaron adelante jueces inicuos y que supusieron muertes injustas y toda suerte de penalidades y sufrimientos para innumerables familias. Y me indigno porque pienso en personas como Luis Alava cuya memoria exige una reparación, porque pienso en la doble vara de medir que se emplea según se hable de ví­ctimas de ETA o del Franquismo, porque pienso que en todos los casos se debe dar esa reparación necesaria sustentada en la verdad, en la memoria y en la justicia.

No se puede hablar de memoria histórica si no se repone la justicia , si no se anulan todos los procesos injustos y se restablece el derecho a la reparación legal de todas las personas injustamente condenadas y en su caso ejecutadas. Reducir la reparación a la limosna de una indemnización económica, manteniendo legalmente efectivas las condenas de aquellos procesos polí­ticos, supone un nuevo agravio para todas aquellas personas que lucharon y murieron por las libertades.

Por Rafa

3 comentarios en «MEMORIA HISTí“RICA DE LUIS ALAVA SAUTU»
  1. Ni perdón, ni olvido…

    En mi paí­s (Colombia) en estos momentos esta surgiendo una gran discusión sobre la memoria histórica, pienso que en Euskal Herria también tiene que desarrollar una memoria historia digna y justa, al igual que los diferentes pueblos del mundo que atraviesan una agresión y aniquilamiento sistemático.

    Destaco estas palabras:

    “Mi tumba no anden buscando
    porque no la encontrarán,
    mis manos son las que van
    en otras manos luchando,
    mi voz la que está llamando,
    mi sueño el que sigue entero.
    Y sepan que sólo muero
    si ustedes van aflojando
    porque el que murió peleando
    ¡vive en cada compañero!”

  2. La verdad es que es alucinante lo que se hizo no sólo durante la guerra sino tambien después. Que en 1943 se siguiese fusilando a gente de bien sólo lo explica el odio y el sectarismo. Creo que es necesario anular todas aquellas sentencias injustas. Recuperar la memoria histórica exige la única reparación de las injusticias que hoy, desgraciadamente es posible: la anulación de aquellos juicios y aquellas sentencias.

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