Hace unos días, después de haber subido y bajado a la mítica montaña catalana del Pedraforca, en medio del Pirineo Catalán me preguntaba si seríamos capaces de callar ante ETA; y me mostraba partidario de hacerlo. Hoy mis deseos no se han podido hacer realidad. Esta mañana recibía dos llamadas simultáneas de la oficina de prensa del partido y de un medio de comunicación en la que me hablaban de un comunciado de ETA y me decían que tenía que responder a las demandas de valoración que hacían los medios. Una vez más el día a día se impone a los deseos de uno y, en nombre de Eusko Alkartasuna, me he pasado toda la mañana y parte de la tarde haciendo una valoración del comunicado. Supongo que hoy esta ha sido la tónica de todos los políticos que «estábamos de guardia» en cada partido.
A pesar de no haber podido callar, sigo pensando lo mismo. Ojala algún día nos pongamos todos de acuerdo y respondamos a las voces de ETA con el sonoro silenció democrático que reclama respeto a la dignidad de la persona humana, a su derecho a la vida, a su derecho a la Paz.