Solicita al PSOE que «no caiga en la trampa del fundamentalismo del PP» y que sea «valiente para lograr la normalización»VITORIA, 7 Dic. (EUROPA PRESS) – El secretario de Organización de ELA, Rafa Larreina, exigió hoy al PSOE «que no caiga en la trampa dialéctica» y en el «fundamentalismo» del PP sobre el debate de posibles cambios en la Constitución y le pidió que «sea valiente» para lograr la normalización polí­tica» de Euskadi. Además, consideró que el Gobierno de Zapatero «podrí­a avanzar más» en esa dirección si adoptara medidas sobre los presos «que, sin salirse de la legalidad, permitan generar un clima de distensión». En una rueda de prensa ofrecida en la sede de EA en Vitoria para analizar la situación polí­tica en el 27 aniversario de la Constitución, Larreina indicó que esta celebración se produce en «un momento importante e histórico», en el que se está preparando «un cambio de una etapa polí­tica a otra». Además, consideró que el texto constitucional tiene «pendiente» la culminación de la transición, y que para cerrar ese proceso el texto debe «reconocer las diversas realidades nacionales que hay en el Estado español».

Ante la «crispación y desconcierto» que a su juicio están rodeando esta momento, destacó la necesidad de «trasladar un mensaje de serenidad para que el cambio de etapa se produzca con la mayor tranquilidad posible». Larreina reprochó que, «sobre todo, en el ámbito del PP», se esta manteniendo actitudes «que responden más a un fundamentalismo constitucional que a una defensa de la Constitución». A su juicio, estos posicionamientos «deslegitiman y niegan» el propio texto constitucional, puesto que «niegan la libertad de expresión y de asociación» y obvian el hecho de que «las posiciones polí­ticas y los sentimientos de identidad no se pueden imponer». El dirigente de EA estimó que el Partido Popular «está volviendo a la Primera Transición», en la que se afirmaba que «el modelo de España imperial estaba en quiebra».

Además, reprochó a este partido que esté empleando la Constitución «como arma arrojadiza y como un elemento de acoso al Gobierno de Zapatero». Por ello, instó a los populares a que adopten una postura de mayor «serenidad y espí­ritu democrático» y al PSOE a que «no caiga en la trampa dialéctica del PP y sea valiente para culminar un proceso que lleve a la normalización polí­tica» de Euskadi. PRESOS En este sentido, y respecto a las manifestaciones del presidente del Gobierno sobre la posibilidad de un cese de la actividad terrorista de ETA en esta legislatura, afirmó que «para que las esperanzas se hagan realidad y no sean vanas, hay que trabajar con mayor intensidad». Según dijo, el Ejecutivo central debe ser «audaz y no tener miedo al marcaje del PP». Además, estimó que el Gabinete de Zapatero podrí­a «avanzar más en temas como el de las personas en prisión».

En su opinión, el Gobierno podrí­a adoptar en este sentido «medidas que, sin salirse de la legalidad vigente, permitan generar un clima de distensión». Esa normalización deberí­a de tener como punto de partida «la desaparición de la violencia» y también de «la ilegalización de partidos». Asimismo, deberí­a articularse en torno a dos ejes: «que todos los proyectos polí­ticos se pueden defender con total libertad, sin amenazas ni trabas legales» y que «todos los proyectos polí­ticos se pueden llevar a la práctica si tienen el apoyo mayoritario de la sociedad de forma pací­fica y democrática». Larreina también explicó las fases del proceso que habrí­a de desembocar en la normalización: cese de la violencia, diálogo y consenso, y «darle la decisión a la ciudadaní­a para que refrende ese consenso».

El dirigente de EA aseveró que si para ir avanzando en esas fases es necesario cambiar la Constitución, «se cambia y no pasa nada», ya que «eso es la democracia» y se trata de una medida que «permitirí­a culminar el proceso de la Transición».

CONSTITUCION

Respecto a la propia Constitución, lamentó que «aún tenga pendiente el cierre de esa transición desde la etapa franquista a la democracia» y que, a pesar de que sea «avanzada en el reconocimiento de derechos individuales», esté «coja en lo que respecta a los derechos colectivos». Larreina echó en falta que el texto «no reconoce» que España es «un Estado plurinacional» en el que hay «diversas identidades nacionales». «La realidad demuestra que hay millones de ciudadanos que no se reconocen en una identidad española», aseguró. Ante esta situación, consideró que «no se puede imponer el sentimiento de identidad nacional», del que dijo que es «libre» y al que hay que darle «un cauce polí­tico». Por eso, afirmó que «es importante finalizar el proceso de transición haciendo que la Constitución reconozca las realidades nacionales» y garantice que los ciudadanos «se puedan expresar en función de sus sentimientos de identidad nacional».

Por Rafa

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *