El secretario de Organización de EA, Rafael Larreina, exigió hoy al presidente del Gobierno, Rodríguez Zapatero, que respete la «decisión mayoritaria» que el País Vasco adopte sobre su futuro para poder optar por «ser solidarios con otros pueblos». Larreina, que participó en Vitoria en la celebración del 19 aniversario de la reunión de la Junta Municipal Nacionalista de la capital alavesa que decidió crear EA, replicó así a Zapatero, quien ayer señaló a los socialistas catalanes que en los procesos de reforma estatutaria no cabe «ni inmovilismo, ni aventuras egoístas e insolidarias». El dirigente de EA sostuvo que «la solidaridad no se impone», sino que «se decide», por lo que reclamó al presidente del Gobierno que admita la voluntad del País Vasco sobre su futuro, al igual que anunció en su día que haría respecto a la decisión que adopte el Parlamento catalán con su Estatuto. Larreina pidió, asimismo, al presidente del Gobierno que sea «valiente, audaz y responsable» para generar en Euskadi las «condiciones de diálogo y negociación» que permitan avanzar hacia la normalización política mediante la «búsqueda de acuerdos» entre los representantes políticos vascos.
Instó, por otro lado, «a quienes están detrás de la violencia» a que la abandonen «definitivamente» y demuestren si son «capaces de generar condiciones de diálogo, de acuerdo y de hacer política día a día», ya que, a su juicio, es conocida su capacidad de «sembrar terror, dolor, daños económicos y daños morales». Respecto a la citación judicial a varios presuntos responsables del PCTV/EHAK por su relación con ETA, por parte del juez Fernando Grande-Marlaska, Larreina señaló que la Audiencia Nacional sigue «la inercia de la etapa de Aznar» que, a su juicio, «se caracterizó por la no separación de poderes». «EA comparte la impresión generalizada al norte de los Pirineos de que los tribunales de excepción son dudosamente compatibles con un Estado democrático de Derecho», indicó Larreina, quien exigió la desaparición de estas instancias penales y que no se pongan «pegas ni obstáculos a las decisiones de los vascos» ni al proceso de normalización de Euskadi.