Patxi Zabaleta ha dicho muchas cosas y bastantes contradictorias entre si; ha dicho eso pero también ha dicho que ellos van a sustituir a EA, pues ya no tiene sentido como partido político y va a acabar en el PNV. A parte de que había que recordarle que EA lleva en la arena política dieciséis años y ellos sólo unos meses; que EA tiene un apoyo electoral contrastado en las urnas y ellos todavía no; y que a lo largo de la historia todos los que, como Patxi Zabaleta, han salido muy bravos diciendo lo que EA tiene o no tiene que hacer, si tiene futuro o no tiene futuro, o que tiene que integrarse en el PNV, han acabado con el tiempo desapareciendo de la escena política o integrándose –precisamente ellos- en el PNV, como pasó con algunos de los dirigentes de Euskadiko Ezkerra y Euskal Ezkerra.
Lo que tiene que hacer Patxi Zabaleta es hablar menos a través de los medios de comunicación y, si tiene propuestas concretas para ir en coalición, ponerse en contacto y hablarlas con la dirección de Eusko Alkartasuna; al menos hasta que salí de Euskal Herria, hace algo más de diez días, ni Zabaleta, ni Aralar como tal, había dicho nada a la ejecutiva nacional de EA. Por estas razones las posibilidades de acudir de la mano con Aralar a los próximos comicios están en que quieran realmente hacerlo los dirigentes de Aralar, en que clarifiquen su posición con respecto al rechazo permanente de la violencia como instrumento de actuación política, y que los órganos competentes de Eusko Alkartasuna lo decidan, siempre -claro está- que se pueda lograr un acuerdo programático. Como ves Eusko Alkartasuna tiene voluntad y tendrá, lógicamente, la última palabra, pero previamente Aralar debe tener realmente esa misma voluntad, mostrarla con seriedad, y clarificar su posición.