Consideramos que la Renta Básica es un derecho individual, si bien debe ligarse a estados de necesidad. Así­, creemos que deben ser beneficiarias aquellas personas que, teniendo en cuenta las rentas y patrimonio de la unidad convivencial a la que pertenecen, carecen de recursos económicos suficientes para poder hacer frente a las necesidades básicas y a las derivadas de un proceso de inserción social y laboral.

La cuantí­a de la Renta Básica que proponemos es la necesaria para garantizar unos ingresos del 100% del SMI mensual, que cobrados en 12 meses suponen el 85% del SMI anual. Esta cuantí­a se incrementará en función de los componentes de la unidad convivencial utilizando la escala EUROSTAT, con el lí­mite de 16 años. Quienes perciben la Renta Básica desarrollarán un convenio de inserción con la administración, en el que las partes intervinientes establecen, de mutuo acuerdo, las actuaciones especí­ficas de carácter social necesarias para conseguir su inserción personal, social y laboral.

Por Rafa

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