El secretario de Organización de Eusko Alkartasuna, Rafael Larreina, señaló hoy que la manifestación del próximo sábado en contra de la reforma de la ley de partidos «no es un acto de equidistancia», sino una respuesta a la «obligación de salir a la calle cuando se produce un recorte de libertades». Larreina dio a conocer a los medios de comunicación que su partido estará representado en dicha manifestación «al máximo nivel», con su Ejecutiva Nacional y su presidenta, Begoña Errazti, al frente.
Por su parte, Larreina rechazó que sean incompatibles seguridad y libertad, porque «cuando se recorta la libertad se acaba recortando la seguridad» y subrayó que en democracia «no es admisible la restricción de libertades básicas». Recordó unas recientes declaraciones del diputado socialista por Alava Ramón Jáuregui, en las que recomendaba a los partidos que «cuidasen sus compañías» porque acudir a manifestaciones con quienes quieren restringir los derechos del PP y el PSOE mediante la violencia puede hacerles «cómplices». Larreina rechazó esa «falacia con total rotundidad» y advirtió de que «no admitiremos amenazas de complicidad con quienes violan los derechos humanos». Sobre la decisión de sus socios de Gobierno, PNV e IU, de no acudir a la manifestación oficialmente pero dar libertad a sus afiliados, Larreina defendió la «claridad» de su partido, que «ha decidido estar, mientras que otros han decidido estar sin estar o no estar estando». Tras insistir en que la presencia de EA en la manifestación «no es un acto de equidistancia», su secretario de Organización dijo que con los derechos humanos, las libertades y la democracia «no caben términos medios» y que, en esta línea, coincide con el lema de la convocatoria: «Todos los proyectos, todas las ideas, todas las personas».
Criticó tanto la posible ilegalización de Batasuna, a través de la aplicación de la ley de partidos, como la «ilegalización entre comillas de otros proyectos a través de la violencia de persecución», en referencia a «populares» y socialistas. Larreina consideró que esta manifestación también supone una defensa de la «pluralidad del país» contra la que están, a su juicio, manifestaciones «hirientes» como las de ayer del portavoz del PSE-EE en el Parlamento Vasco, Rodolfo Ares, quien solicitó al lehendakari que «aparque» reivindicaciones soberanistas mientras ETA mate. A juicio del dirigente de EA es un «planteamiento falso» sostener que como ETA viola derechos humanos supuestamente en aras de la independencia de Euskadi los partidos nacionalistas deban renunciar a ella porque, recordó, también «mata supuestamente en aras a una Euskadi independiente y socialista y por eso no pedimos al PSE-EE que renuncie al socialismo por ello». Añadió que hacer este tipo de peticiones supone dar «carta de naturaleza» a la organización terrorista, cuando la «mayor eficacia contra ETA» residen en «no poner en sus manos la agenda política de este país».