Hoy hemos tenido en el Parlamento una nueva reunión de la Ponencia sobre Trebiño, en la que ha comparecido el Diputado General de Araba. El objetivo de la ponencia en su inicio era, en teoría, buscar una salida, una solucción al «contencioso histórico sobre el enclave de Trebiño». La verdad es que muy pronto se vió que estábamos hablando de una ponencia muerta.
Durante demasiado tiempo se ha hablado y no s eha hecho nada práctico para solucionar el conflcito. Hay ya demasiada documentación al respecto.
La solución no depende de largas o breves reuniones de ponencias o comisiones; depende de voluntad política y por tanto se puede resolver en segundos: simplemente aceptando el principio democrático de que sean las gentes de Trebiño quienes decidan lo que quieren ser y en que ámbito político administrativo desean estar.
Sin embargo PSOE y PP no sólo no aceptan ese principio democrático sino que estan empeñados en crear nuevas barreras jurídicas para impedirlo como son las modificaciones realizadas en el nuevo Estatuto de Castilla León que tienen como único fin hacer imposible que se cumpla la voluntad de la ciudadanía del «Condado de Trebiño».
Esta situación de bloqueo es una muestra más de a donde lleva la vaciedad del concepto «concierto político»: a consolidar el derecho de veto de los partidos nacionalistas españoles que vuelven a negar -una vez más- el derecho de la sociedad vasca, en este caso de las personas del enclave de Trebiño, a decidir su propio futuro en paz y libertad.
Frente a quienes conciben las leyes como grilletes, en vez de instrumentos que garanticen espacios de libertad en los que la ciudadanía pueda decidir libremente su futuro, no cabe la ambigí¼edad ni bonitas palabras que encubren la vaciedad de conceptos. Si queremos avanzar en la solución de este y otros contenciosos alrededor de la territorialidad y el derecho a decidir de Euskal Herria, sólo cabe unir fuerzas alrededor de un polo soberanista que desde posiciones pacíficas y democráticas plante cara al Estado y obligue a las fuerzas nacionalistas españolas a dialogar y a buscar soluciones sobre la base del principio democrático de respeto a la voluntad de la ciudadanía.