Ayer por la tarde me paraba en la Gran Vía bilbaína una persona, familiar de una víctima del terrorismo, para decirme que ésta había fallecido hacía unos días. Me impresionó la noticia y me dejó un poco encojido el corazón el pensar que había sufrido, todo lo que acompaña el cáncer, y había fallecido lejos de su País,… de mi País, …de nuestro País; un País que compartíamos y amábamos, a pesar de que lo concebíamos de formas muy distintas. El tuvo que marchar hace ya muchos años ante las serias amenazas de muerte que recibió y que llegaron a concretarse en intentos fallidos de atentado.
Le conocí personalmente con ocasión de los trabajos de la ponencia parlamentaria de víctimas del terrorismo y los encuentros que, en diferentes lugares del estado, tuvimos con personas que había sufrido de forma directa la injusticia de la violencia, del terrorismo. Aunque políticamente nos situábamos en las antípodas, nos respetábamos nuestras respectivas posiciones, nos comprendíamos y nos teníamos en gran estima.
Cuando, ya caída la tarde, volvía en coche hacia Gasteiz, no lograba quitarme de la cabeza la triste noticia. A la vez, iba cogiendo fuerza el pensamiento de redoblar si cabe, al menos por mi parte, el trabajo para conseguir que la paz sea una realidad cuanto antes en este nuestro querido País. Pensé, y lo sigo pensando, que ese es el mejor homenaje que puedo ofrecerle, aunque quizás para algunos sea incomprensible e incluso ocasión de escándalo.
Mañana, precisamente es el 11-M, el día internacional dedicaco a las víctimas del terrorismo. Probablemente haya muchas declaraciones, muchas fotos,…yo no haré ninguna declaración, ni pugnaré por ninguna foto,….. mañana seguiré trabajando, convenciendo a quien haya que convencer, ayudando a quien haya que ayudar, acompañando a quien hay que acompañar, para que la palabra sustituya definitivamente a la violencia, al terror, a la sinrazón; para que el respeto y la estima se hagan habituales entre los que pensamos diferente, y nuestro querido y atribulado País pueda ver surgir un horizonte de Paz y Libertad.
Este es mi compromiso y mi homenaje a quien nos ha dejado hace unos días y a todas las personas que han visto sus vidas trastocadas por la violencia.