Este año la Korrika ha finalizado en Vitoria-Gasteiz. La organización local de EA, como todos los años, había contribuido con un kilómetro y decidieron que fuese yo la persona que portara el testigo. Para mi ha sido un honor y un acicate para seguir apoyando el progreso de nuestra lengua en la sociedad vasca; y también, personalmente, para seguir avanzando en el dominio del euskera. Fue emocionante hacer el recorrido portando el testigo y, además, fué bonita la coincidencia de tener que que entregarlo a la Diputada Foral de Cultura y Euskera, Lorena López de Lacalle, que lo portaba en nombre de la Diputación, acompañada de Mikel Mintegi y otros Diputados Forales. Hay que recordar que con la entrada de EA en Diputación se volvió a recuperar el euskera como parte de un departamento denominado Cultura y Euskera que había existido cuando EA con Mikel Mintegi estuvo en Diputación al frente de ese departamento y que despareció en la época del gobierno PP con apoyo socialista. Creo que este año ha habido mas gente que nunca y la imagen de la Plaza de la Virgen Blanca repleta de gente, como en las grandes ocasiones festivas, fue impresionante. Tengo la sensación que ante la nueva etapa política institucional que se abre la gente asumió el compromiso de salir a la calle masivamente para dejar claro el mensaje de que el euskera no se puede ni se debe meter en una vitrina como objeto de museo, sino que debe ser lengua de uso, debe estar en nuestras calles, en nuestros centros educativos, en nuestros lugares de trabajo, en nuestros lugares de ocio, en definitiva que debe ser una lengua viva, nuestra lengua.