Acabo de llegar de Barcelona, donde he participado, invitado por nuestro partido hermano ERC, en la Diada de Catalunya. Han sido vienticuatro horas muy intensas e interesantes en las que he participado tanto en los actos oficiales como en la ofrenda floral en el monumento a Casanova y en la comida popular, mitin y manifestación organizada por Esquerra.
En la recepción oficial ofrecida la víspera por el President del Parlament de Catalunya, Ernest Benach, tuve la oportunidad de intercambiar reflexiones y opiniones sobre la situación política en nuestros respectivos Países, con el vicepresidente de la Xunta de Galicia y portavoz nacional del BNG, Anxo Quintana, con el Vicepresident de la Generalitat, Josep Lluis Carod Rovira, con Antonio Santos, presidente de la Asociación Catalana de Víctimas de organizaciones terroristas, y su vicepresidente Robert Manrique, y con muchos amigos y compañeros de Esquerra.
Los actos de hoy, que he compartido con Joan Puigcercós y Joan Ridao, han comenzado con la ofrenda floral ante el monumento a Casanova. Este acto, que se desarrolla durante toda la mañana, consiste en una especie de procesión cívica en la que todas las organizaciones políticas y sindicales, asi como numerosas organizaciones sociales y culturales van desfilando con sus dirigentes al frente hasta el monumento a Casanova donde se van depositando centros de flores con la senyera. Siempre me ha llamado la atención este acto, pues no tenemos similar en Euskal Herrria, y porque reune a todas las sensibilidades políticas, sociales y culturales de Catalunya reforzando el sentimiento nacional catalán.
A lo largo de la mañana, así como en la comida popular, el mitin y la manifestación hemos hablado largo y tendido con Joan Puigcercos, Joan Ridao, Anna Simó, los consellers Josep Huguet y Jordi Ausas, sobre la situación política y las preocupaciones que compartimos. En Catalunya ocupa un primer lugar en el debate político que impulsa Esquerra la cuestión de la financiación; en Euskal Herria esta el derecho a decidir y la consulta convocada por Ley del Parlamento Vasco; y en ambos paises y partidos está muy presente la preocupación por la crisis económcia y el mantenimiento del estado de Bienestar, coincidiendo en que la profundización en el autogobierno es mas progeso social y respuestas más eficaces a los problemas diarios de la ciudadanía.
Me alegro de que te haya ido bien por Barcelona. Si te lees la noticia que hoy publica El Mundo http://elmundo.es/elmundo/2008/09/11/barcelona/1221154480.html da la sensación de que la Diada ha sido una batalla campal pero seguro que todo ha sido mucho más normal y festivo. A ver si te animas a contarnos cómo ven por allí la consulta y las reacciones a la decisión del Tribunal Constitucional.
Pues la verdad es que yo y creo que la mayoria de la gente no vivió esa Diada que cuenta El Mundo. La mayoría disfrutamos dela fiesta, de los actos institucionales, de los actos lúdico-festivos y de los actos políticos pacíficos y democráticos.
La consulta allí la ven con normalidad: no entienden que no se pueda preguntar a la gente que e slo que opina sobre como dirigir su futuro. Y también la ven con ilusión y expectativa porque entienden que con la consulta vasca se abre también un camino para ellos a través del que poder ejercer la soberanía y decidir su futuro como sociedad democrática.
En cuanto a lo del Tribunal Constitucional piensan también como nosotros que no es una entidad neutral: dice que sólo hay una soberanía, la del pueblo español, dando la espalda a la realidad pues si les ha llegado a su mesa para que diluciden un conflicto de soberanías, es porque hay más de una.
Su dictamen es una prueba evidente de su parcialidad.
Y si la niegan, hay que preguntarles si ellos someterían la cuestión de Gibraltar a los Tribunales de su graciosa Majestad Británica, o la cuestión de Ceuta y Melilla a los Tribunales de Marruecos, por muy hermanos que se llamen y se sientan el Monarca Alauita y el Monarca Borbón.