Nacionalismo separador07-30.jpgHoy me he encontrado en el dí­ario Público un artí­culo escrito por Jordi Muñoz Mendoza, Politólogo de la Universitat Pompeu Fabra e investigador visitante de la Universidad de Yale, que me ha parecido muy interesante. En mi opinión, plantea una reflexión que va a la raí­z del problema, al «por qué» pone tan nerviosos a ciertos sectores polí­ticos españoles -desde la extrema derecha hasta la extrema izquierda- que la ciudadaní­a vasca pueda decidir su propio futuro polí­tico.

Cada vez con más frecuencia suelo subrayar, en todos los foros en los que estoy presente, que yo no soy nacionalista tal como se entiende en la Europa democrática, sino que soy nacional vasco: defiendo mi propia identidad nacional sin imponerla a otros y respetando el resto de identidades nacionales.

Este artí­culo se mueve en esa misma lí­nea de pensamiento: el nacionalismo excluyente, el que niega otras identidades y el caracter plurinacional del estado español, está muy presente en la polí­tica española. No hay más que ver el alborozo que hoy estaba presente en algunos medios de comunicación cuando hablaban del rumor según el cual el Tribunal Constitucional va a anular el concepto nación del Estatut de Catalunya.

Os recomiendo clikar en artí­culo de Jordi Muñoz Mendoza, leerlo tranquilamente y aportar vuestras reflexiones aquí­.

Por Rafa

2 comentarios en «El nacionalismo separador»
  1. Tengo la impresión de que los españoles necesitan a los catalanes, gallegos, vascos…..para ser algo. Vaya, que por sí­ solos no serí­an nada. Eso es como cuando en una pareja uno de los dos quiere el divorcio y el otro le dice ”¿Pero qué vas a hacer tu sin mi?” cuando en el fondo deberí­a decir ”¿Pero qué voy a hacer yo sin ti?”
    Ahora bien, me parece que tu crí­tica de la conferencia episcopal es un poco hipócrita sabiendo tu pertenencia al OPUS DEI.

  2. Efectivamente el nacionalismo excluyente necesita otras identidades nacionales que excluir.

    A mi no me gusta juzgar las intenciones; se puede entender o no entender una actuación u opinión, pero no hay porque pensar siemrpe mal y suponer que se quiere engañar.

    Yo soy católico y, lógicamente para mi la doctrina de la Iglesia es una referencia importante. Ahora bien cuando algún eclesiástico abandona el ámbito de la doctrina católica y se adentra en lo opinable, en el ámbito estricto de la polí­tica, su opinión tiene el mismo valor que la de cualquier persona.
    Por eso cuando personas de la conferencia episcopal española se adentran en el ámbito polí­tico y ejercen de nacionalistas españoles excluyentes negándome mi derecho a mi identidad nacional vasca, pues sencillamente les digo que no estoy de acuerdo y que se están alejando de lo que debe ser su misión.
    Y esto sirve para cualquier persona, incuidas las del Opus Dei que son de un centenar de nacionalidades diferentes, de diferentes ideologí­as, de derechas o de izquierdas, en función de su libre decisión.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *