ibarretxe-konpondu-herritarrak-2008051220570416hg2.jpgEsta tarde he tenido la suerte de participar en el Museo de Bellas Artes de Bilbao en una reunión con más de doscientas personas que en el último año y medio han participado activamente en los foros municipales de participación ciudadana en favor de la construcción de la paz.

El encuentro organizado por Konpondu tení­a como objetivo hacer llegar a polí­ticos, de todas las fuerzas polí­ticas, opiniones, ideas y conclusiones que ha ido surgiendo en los foros de ámbito municipal.

La experiencia, al menos para mi, ha sido muy enriquecedora. Durante una hora he compartido con quince personas un grupo de trabajo en el que mi misión era escuchar (ojo! no simplemente oir).

A Begoña de Nabarniz, Ernesto de Muskiz, Joseba de Orozko, Elena y Junkal de Larrabetzu, Damián de Areatza, Amaia y Begoña de Getxo, Juanjo de Beasain, Martí­n de Sestao, Maria Blanca de… (lo siento pero no entiendo mi propia letra y no se descifrar el lugar de donde vení­as), Javi de Galdakao, Isabel de… (lo siento pero vuelvo a no entender mi propia letra y tampoco se descifrar el lugar de donde vení­as), y Eduardo de Ortuella, quiero agradecerles el tiempo que me han dedicado y la oportunidad que he tenido de escucharles y aprender de ellos.

Sus reflexiones son interesantes y voy a recoger a continuación las notas que he ido tomando para que puedan servir a toda aquella persona que quiera leerlas.

Amaia de Getxo ha subrayado la pluralidad de todas las personas que han aprticipado en el foro de su municipio; comentaba que inicialmente detectaba una cierta sensación de hartazgo por la actual situación, de falta de confianza en que puediese servir para algo todo aquello y una cierta tristeza; sin embargo según han ido avanzando ha ido cambiando el panorama a algo más positivo.

Begoña, también de Getxo, ha subrayado que comprobar que hay mucha gente buena y eso le generaba confianza, esperanza en que se podí­a solucionar todo. Destacaba el diálogo abierto, el debate nromal, constructivo, con mucho respeto a las otras opiniones. Decí­a que ella sacaba la conclusión de que la ciudadaní­a, la gente, «podrí­amos solucionarlo».

Javi de Galdakao, señalaba que quizás la dinámica era un poco frí­a, el método un poco rí­gido; «necesitamos un debate más cálido, trasladar a los polí­ticos lo que pensamos». Hemos visto que «somos capaces de escuchar, pero ¿somos capaces de sacar algo en común?».

Juanjo de Beasain, apuntaba que en su municipio, en el foro faltaba gente del PP y de la izquierda abertzale y eso hací­a que faltase algo más de diversidad en el debate. En el fondo he querido entenderle que querí­a subrayar la necesidad de contar con todos para enriquecer el debate y las posibilidades de acuerdo y solución.

Junkal de Larrabetzu ha puesto como contrapunto su municipio que es también de tamaño reducido, pero en el que han contado con 17 personas que reflejaban una plurlaidad total, todas las sensibilidades polí­ticas, edades, etc y que ha sido muy sorprendente y muy gratificante el nivel de diálogo y de respeto en el intercambio de opiniones.

Maria Blanca señalaba que le llenó y sorprendió la pluralidad (desde familiares de presos hasta todas las tendencias polí­ticas) y las reflexiones de la gente buscando soluciones desde el respeto.

Joseba de Orozko planteaba la crí­tica de que «se tení­a que haber hecho antes» porque lo veí­a como muy positivo. Al mismo tiempo señalaba que en su foro planeaba un cierto excepticismo que concretaba en una pregunta: «Â¿Nos harán caso los que están arriba?.

Isabel destacaba que esto es real, que el deabte, el diálogo se producí­a en los foros, que habí­a acuerdos, propuestas de solución y nos lanzaba una pregunta «Â¿Cómo es posible que a nivel de calle nos pongamos de acuerdo y los polí­ticos no?»

Martí­n de Sestao nos ha trasladado su experiencia en la participación en los foros de Elkarri y ahora en los de Konpondu. Señalaba que no habí­a participación de personas del PP, habí­a alguno de Batasuna, pero si del resto de sensibilidades y que las dos violencias (subrayando la especial gravedad de la de ETA) se pusieron sobre la mesa con una cierta normalidad. En los foros de Konpondu habí­a más gente joven, y que detectaba un cierto «aburriimiento» de que no hubiese solución y que para él era muy significativo que de 30 años para abajo la gente joven no participa. También dice que ha detectado que cada vez hay más gente que no quiere que haya precio polí­tico.

Damián de Areatza decí­a que la gente que habí­a participado estaban contentos por la oportunidad de hablar con sencillez, con naturalidad, sin condicionantes, con claridad; y esto lo poní­a como contrapunto de lo que pasa en la polí­tica en que se dicen las cosas a medias, con oscuridad, cruzándose intereses electorales.

Eduardo de Ortuella, subrayaba la diversidad de personas que habian participado normalidad entre diferentes, habí­a pluralidad aunque señalaba que, por decirlo de algún modo, faltaban los extremos. Señalaba que también habí­a detectado un cierto hartazgo: «ya es hora de que se acabe con la violencia», pero que al mismo tiempo la gente estaba «con ganas de hacer algo para que se acabe». Y simultáneamente criticaba la «incapacidad de los polí­ticos apra ponerse de acuerdo». Concluí­a que consideraba muy positivo haber hecho ese «ejercicio de escuchar que llevaba a descubrir lo positivo de otros planteamientos»

Ernesto de Muskiz decí­a que le parecí­a necesario «recoger el clamor de la gente» y que eso era posible porque en los foros habí­a pluralidad polí­tica, social, de edades, situaciones profesionales muy diferentes; al final se recogí­a lo que pensaban los colectivos que habí­a alrededor de esa pluralidad de personas y situaciones. Y ese clamor debí­a llegar a los polí­ticos. Subrayaba al final que quizás habí­a que buscar más representatividad del conjunto de la sociedad civil.

Elena de Larrabetzu, señalaba que detectaba que «habí­a ganas de participar, de decir las cosas claras, de decidir». Pero al mismo tiempo surgí­an «dudas sobre si nos van a escuchar».

Amaia de Getxo sacaba como conclusión de su foro municipal que habí­a un voto de optimismo, de que se podí­an solucionar las cosas pero para ello habí­a que «reinventar la polí­tica», cambiar los funcionamientos internos de los partidos, fomentar la participación ciudadana, «hacer polí­tica de otra manera». También subrayaba que habí­a detectado que algunas personas que habí­an sido activistas en favor de la consulta se habí­an planteado la reflexión sobre si debí­a aparcar la propuesta para no dividir a la sociedad, aunque la mayorí­a era partidaria de avanzar pues ejercitar la democracia nunca puede ser causa de división.

En este sentido, Begoña de Navarniz expresaba la preocupación de que el mensaje de la consulta no se trasladase con claridad a la ciudadaní­a y esta no claridad puediese condicionar su desarrollo y resultado.

Javi de Galdakao, echaba en falta el «feed bak» la retroalimentación, de todo el proceso, pues si la propuesta del Lehendakari no ha surgido de los foros, estos ¿para que sirven?

Isabel insistí­a en que la gente quiere que se le pregunte y cuando Juanjo de Beasain iba a intervenir planteando sus reflexiones más concretas sobre como abordar la violencia de ETA, se nos ha acabado el tiempo de trabajo en grupo y ha comenzado la puesta en común de las conclusiones de cada grupo. También Begoña de Getxo ha querido aportarme alguna idea sobre la necesidad de separar ETA y normalización polí­tica -he querido entender- pero no hemos podido seguir.

A mi me ha sabido a poco y me ha resultado corto. Por eso abro este espacio para que quienes quieran seguir con las reflexiones, con sus aportaciones, lo puedan hacer y podamos continuar a través del blogg el encuentro de hoy.

Al hacer la exposición sobre las reflexiones del grupo ya he señalado que frente al escepticismo de si esto serví­a de algo, les podí­a asegurar que por mi parte sus reflexiones no caerí­an en saco roto, que compartí­a con ellos la necesidad de que los polí­ticos escuchasemos más; y que escuchar no era sólo oir lo que no queremos valorar, que debí­amos saber descubrir lo de postivo que hay en las otras propuestas. Por otra parte he señalado mi confianza en la madurez de la sociedad vasca y que por tanto no debemos tener miedo ni recelos en preguntarle su opinión, saber cual es su opinión y respetarla; y en el caso de que esa opinión no coincida con la nuestra pues acatarla mientras seguimos trabajando democráticamente por convencer a más gente de que nuestra opción es la mejor.

Finalmente he señalado que como yo creo en la participación, en la necesidad del impulso del concepto de la Polí­tica 2.0 , de la interación entre polí­ticos y ciudadaní­a mediante el uso de las nuevas teconologí­as de la información y la comunicación, me comprometí­a a estar a su disposición a través de este blog, del mail y del teléfono del Parlamento.

Al final del acto, cuando ya me despedí­a para salir hacia Gasteiz, en un pequeño corrillo en que habí­a más de un experimentado blogger, ha surgido la idea de hacer un encuentro de Konpondu con bloggers polí­ticos y bloggers ciudadanos en el Parlamento Vasco. Será propagar el concepto de Konpondu y la polí­tica 2.0 que se pueden constituir en un buen método para que quienes se dediquen -nos dediquemos- a la polí­tica aprendamos a escuchar. Al menos yo ya estoy comprometido. Espero que pronto tendremos nuevas noticias al respecto.

Por Rafa

3 comentarios en «KONPONDU y POLíTICA 2.0 , o como aprender a escuchar»
  1. Zorionak, pero la participación/prestacióndeservicos/coproducción (2.0) se debe dar tanto con la nuevas tecnologí­as como sin ellas. Lo bueno de las nuevas tecnologí­as es que son un pequeño paso, para que la ciudadaní­a, en este caso vasca (pero lo mismo es aplicable para otros pueblos del Estado), recuperen lo suyo, lo que se las ha «robado», la SOBERANíA SOCIAL. Así­ la ciudadaní­a superará el «Sí­ndrome de Mafre», en el que el Estado-Gobierno-Administración, es visto únicamente como una gran compañia de seguros, cuando realmente es algo que le pertenece!!! y debe coparticipar!!! . Lo 2.0 es terapia. Lamentablemente, hasta la llegada de las tecnologí­as 2.0 muchos de los cauces de participación se habí­an secado. También la consulta, la famosa y polémica consulta podrí­a ser considerada un evento 2.0, al margen de cualquier tecnologí­a.

    Aurrera !

  2. A mi todo esto de la participación me suena a discurso vací­o. Los polí­ticos sólo os acordais cuando teneis algún discurso que decir pero a la hora de hacer poco entusiasmo se os ve con la participación.

  3. Bueno, Sebastián puedo coincidir contigo en que los discursos, discursos son, pero no es menos cierto que además de discursos también hay realidades en el mundo de la polí­tica y que hay gente que intenta sinceramente escuchar, conversar, hacer real la participación.
    La polí­tica 2.0 esta todaví­a en mantillas pero de ti y de mi, como de muchos otros, depende que cada vez vaya teniendo más presencia y más fuerza.

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