Ayer a la noche, con los compañeros y compañeras de la Comisión de Industria del Parlamento, me llegaba a tierras británicas la noticia de la condena, por parte del Tribunal Supremo español, de mis compañeros y amigos Juan Mari Atutxa, Gorka Kní¶rr y Kontxi Bilbao. Y aunque uno ya no se extraña de nada, no dejó de sorprenderme la noticia.
Ya desde tierras escocesas, he hablado hoy con los tres, que mantienen una serenidad de ánimo encomiable, y como demócrata radical me he ido indignando conforme avanzaba el día. Y ha sido una indignación llena de tristeza porque, a riesgo de aumentar la fama de iluso, todavía confiaba en que el Tribunal Supremo español hiciese gala del sentido democrático exigible al sistema judicial en un estado de derecho.
Y hemos comprobado que no es así; que utiliza diferentes varas de medir en función de quienes comparecen ante él; que siguen siendo temerosos de los poderes económicos con vinculaciones políticas con la derecha, como lo demuestra la llamada doctrina Botin; que interfieren en el poder legislativo no respetando normas con carácter de ley como es el reglamento de un Parlamento; o se dejan llevar por la visceralidad del «en mi casa mando yo» en vez de por la racionalidad de que la justicia, para que sea justicia, debe admitir la pluralidad de un estado plurinacional y renunciar a tomar bando en favor de una concepción identitaria excluyente como está resultando la española.
La consecuencia es evidente y preocupante desde el punto de vista democrático: la justicia española está deslegitimada para una parte cada vez mayor de la sociedad vasca. Un tribunal que abandona la neutralidad y toma partido pierde autoridad moral, legitimidad democrática y atenta contra las bases del sistema democrático.
A quienes digan que en democracia hay que aceptar las decisiones de los tribunales yo les pregunto: ¿aceptarían ellos como españoles, que los tribunales de su graciosa Majestad Británica dilucidasen el conflicto de soberanía sobre Gibraltar?
Pues eso….., yo, y pienso que cada vez más personas en Euskal Herria -y también en otras naciones del estado- no reconocemos a los Tribunales españoles a la hora de dilucidar conflictos de soberanía con nuestras naciones porque están demostrando que su nacionalismo español excluyente les impide ser neutrales.
Anima zaitez Rafa. Cuando los perros más fuerte ladran es cuando más temen. Saludos a los escoceses.
A Botín le exculpan porque los Aznar, Pizarro, Botín siguen sin saber que un día perdieron las elecciones. Ellos siguen en el poder (tienen copados los puestos macroeconómicos y los puestos relevantes de la justicia (in-justicia). Y mientras el PSOE está ocupándose de cómo pude arañar votos desde la derecha al PP (algo ingenuo porque si yo soy de centro-derecha..preferiría votar al PP que al menos va con el bigote puesto desde siempre. Y ¿como se ganan votos a la derecha?…pues yendo contra los nacionalismos que ellos llaman «malos».
Aupa ta segi aurrera!
ikusi arte.
La emancipación nacional es una necesidad
Esto ya se veia venir. Creo que hasta que lleguen las elecciones vamos a «alucinar» mucho. Creo que todos los abertzales deberíamos unirnos y quizá empezar con la desobediencia civil. Ahora es cuando más deben saber que estamos unidos y que no van a poder con nosotros. Que estamos ahi y que vamos a seguir luchando (desde las instituciones por supuesto.
A mí me parece genial que a los políticos les toque de vez en cuando pasar por el juzgado.
¿Acaso no lo hacemos el resto de los mortales cuando cometemos delitos?
Pobrecitos ellos ¿no?
¡Anda ya!
Todos los políticos sois iguales: aplaudías las decisiones judiciales cuando os son favorables y pataleáis cuando no os favorecen.
De igual forma, todos aspiráis a controlar el poder judicial y así, como el bueno de ZP, metéis o sacáis del talego al Arnaldo de turno en función de los tiempos y encuestas.
Ya van siendo unos cuantos los años de democracia y a los ciudadanos no se nos engaña tan facilmente.
Mira Benet, a mi también me parece genial que los políticos si cometen delitos pasen por el juzgado, como cualquier ciudadano.
El problema es cuando pasan no por cometer delitos, sino por cumplir con su obligación de parlamentarios que es defender el fuero parlamentario.
Quizás no sabes que en ningún País democrático se puede obligar a votar en un determinado sentido a un Parlamentario o a una Parlamentaria.
Y esta es la cuestión: aquí un tribunal pretende que unos electos en el ejercicio de su función parlamentaria voten en un determinado sentido.
Mira Navarrensis, creo que no todos los políticos somos iguales, lo cual no significa que hagamos todo bien.
Y en la cuestión de los aplausoso o pataleos a las decisiones de la Justicia creo que es algo muy propio de la débil mentalidad democrática española que arrastra una importante carga de politización de la justicia, entre otras cosas porque en vez de resolver los problemas políticos por las vías políticas del diálogo, la negociación y la búsqueda de acuerdos, se trasladan al ámbito de la justicia obligando al poder judicial a tomar decisiones políticas que nada tiene que ver con la Justicia. (aunque a veces hay sectores del poder judicial que, lejos de verse obligados, acuden gustosos a meterse en la harina política)