Rosario de la aurora.jpg    Hoy he vuelto a participar en un acto singular en las Fiestas de Gasteiz como es el Rosario de la Aurora. Con más de veinticinco mil personas (hasta treintamil señala algún medio de comunicación) a las siete de la mañana hemos iniciado el recorrido alrededor de la «almendra» (la ciudad gótica o casco antiguo) de Gasteiz, con una imagen de la Virgen Blanca llevada por los blusas y rezando el Rosario. Alrededor de las ocho y cuarto, como se aprecia en la foto, la imagen volví­a a entrar en una Plaza abarrotada de gente. No deja de sorprenderme, año tras año, esta marea de gente diversa en edades, circunstancias sociales, culturales ideológicas, etc., pero todas unidas en esta tradición que claramente es popular; y no deja de sorprenderme porque después de la primera noche de fiestas no es normal que más de quince mil personas se levanten alrededor de las seis de la mañana para participar en un acto festivo que no tiene ni música, ni conciertos, ni el jolgorio tí­pico de las fiestas: solo rezar el Rosario alrededor del viejo Gasteiz. Indudablemente la Virgen Blanca es algo más que una estatua para toda esa gente, muchos de los cuales tampoco encajan en el tí­pico perfil de asistentes a las misas de los domingos. Creo que hay un sentimiento de cercaní­a, de sentirse hijos de una Madre que cuida de todos y a la que, aunque sólo sea una vez al año, se acude a darle gracias, pedirle protección para todos los Gasteiztarrak y rogarle que nos ayude a no poner más obstáculos para conseguir la paz para nuestro Pueblo.

Por Rafa

2 comentarios en «UN ACTO SINGULAR: EL ROSARIO DE LA AURORA»
  1. Es primer año en Vitoria durante ls fiestas de la Virgen Blanca, y me tiene perplejo este rosaro de la aurora; má aún después de presenciar el descenco de Celedón. ¿a Qué atribuye este contraste?

  2. Hola Fred, efectivamente en estos tiempos de mayor indiferencia religiosa es sorprendente esa presencia masiva en el Rosario de la Aurora, equivalente a la de la bajada de Celedón.

    Los dos actos responden a un sentimiento popular de identificación con la fiesta y aunque tienen una parte de público diferente hay otra parte que esta presente en los dos actos.
    La bajada de Celedón se vincula más con el lado lúdico de la fiesta y el Rosario de la Aurora está más vinculado al origen religioso de la Fiesta: celebración de la patrona de la ciudad, honrándola y acudiendo a su protección. En ambos casos es una manera de auto afirmarse como Gasteiztarras (como Vitorianos y Vitorianas).
    A pesar del aumento de la indiferencia religiosa es un hecho que mucha gente tiene un sentimiento de cariño y vinculación con Marí­a como madre de Dios e intercesora. Esto pienso que no sólo es fruto de una larga tradición (los primeros escritos que hablan de la vinculación de Gasteiz con la Virgen Blanca se sitúan en los años anteriores al 1200), sino que también responde a la búsqueda de referencias y agarraderos sólidos frente a las vicisitudes e incógnitas de nuestra vida diaria.
    Frente a las grandes preguntas que siempre están presentes en nuestra vida: ¿de donde venimos?, ¿a donde vamos?, ¿cual es el profundo sentido de nuestra vida?,… la Virgen Marí­a es una especie de estrella de la mañana que nos guí­a, nos muestra el camino que da respuestas a esas preguntas.
    Desde este punto de vista, acudir al Rosario de la Aurora es una forma de rezar, de agradecer, de pedir, de sentir que nuestra vida trasciende esta vida, de encontrar un sentido a nuestra existencia.
    No se, igual te parece una reflexión un poco abstracta pero creo que responde a la realidad de una sociedad moderna, avanzada, satisfecha, de ritmo de vida trepidante en la que necesitamos divertirnos y descansar y a la vez encontrar un sentido a nuestra existencia.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *