«Es la hora que Escocia e Inglaterra se conviertan en iguales, compañeros, independientes, vecinos y amigos» Alex Salmond, Primer Ministro de Escocia.


_MG_7568.jpg El amigo Xavier Solano acaba de publicar en catalán un libro titulado «El Mirall Escocí¨s» en el que nos da a conocer todo el proceso polí­tico que mirando a la independencia en Europa se está desarrollando en Escocia de la mano del SNP (Partido Nacional Escocés) que junto con EA, ERC y otras formaciones forma la Alianza Libre Europea (ALE) nuestro partido europeo. Es un ensayo riguroso escrito por un testigo de excepción. Xabier es un catalán afincado en Escocia donde lleva años trabajando como analista polí­tico del Scottish National Party y en este libro nos da las claves para entender la Escocia del siglo XXI y el debate que ahora mismo se está desarrollando allí­ alrededor de su Independencia, causa que está ganando continuamente partidarios.

Creo que por estos lares de Euskal Herria también nos viene muy bien conocer ese proceso y ver que elementos podemos trasladar a nuestro Paí­s. A este respecto creo que es interesante el prefacio del libro que ha sido realizado por Alex Salmond, Primer Ministro de Escocia y que traduzco y transcribo a continuación. Como veréis desmiente muchos de los tópicos que por aquí­ oí­mos a quienes se escandalizan cuando hablamos de Independencia en Europa. Aquí­ lo tenéis:

«Escocia y Cataluña son viejas naciones de Europa. Nosotros hemos escrito parte de la historia de Europa como paí­ses independientes y libres. Sin embargo, durante los últimos trescientos años, Escocia ha sido dirigida desde Londres. Ahora llegan tiempos emocionantes para Escocia, tenemos que sacar el paí­s adelante y animar a la gente otra vez a decidir su propio futuro. Durante los próximos años tendremos la posibilidad de determinar el futuro de nuestra nación. La independencia cuenta, en estos momentos, con unos niveles de apoyo históricos y continuamos ganando adeptos a la causa.

Si miramos a nuestro entorno, nos damos cuenta que estamos rodeados de paí­ses independientes que han salido bien. El í­ndice de desarrollo humano es una medida de las Naciones Unidas que toma el pulso tanto a la economí­a nacional como a la calidad de vida de su sociedad. En el oeste encontramos Irlanda, el cuarto paí­s del í­ndice; en el norte, Islandia, el segundo; y al este Noruega, que por sexto año consecutivo es el paí­s número uno en calidad de vida. Estas naciones, que también se encuentran entre las primeras seis naciones con el PIB per cápita más elevado, forman un arco de prosperidad del cual Escocia tiene que aspirar a formar parte.


Escocia tiene tanto talento, energí­a y entusiasmo como estas otras naciones. Nuestra gente está cualificada; nuestra geografí­a, cuando menos, ofrece más ventajas. ¿Por qué estas otras naciones están arriba del todo, mientras que la economí­a escocesa permanece dormida? Estoy convencido que la independencia es la clave. Noruega, Irlanda, Islandia, Finlandia, Dinamarca y Suecia son naciones comparables a Escocia, pero con la libertad de encontrar la mejor manera de animar su economí­a para competir.
Escocia ha probado la descentralización polí­tica (Devolution Act) y, después de casi ocho años, somos conscientes de sus limitaciones. Es hora que Escocia e Inglaterra se conviertan en iguales, compañeros, independientes, vecinos y amigos.

La causa independentista es positiva y deseada. Está basada en los valores modernos de autodeterminación, igualdad, cooperación y respeto mutuo.
La independencia nos dará las competencias que necesitamos para conseguir hacer progresar Escocia en materia polí­tica y económica, pero también en el aspecto social. Nos permitirá hacer las cosas de una manera diferente, mejorar aquello que hace falta y asegurar la continuidad allí­ donde ésta es necesaria.

Los lazos sociales, culturales y comerciales con Inglaterra continuarán, entre otras razones porque el hecho de pertenecer en la Unión Europea garantiza la libertad de movimiento, comercio e inversiones a través de cualquier frontera. Pero la independencia nos proporcionará las competencias polí­ticas y económicas que todos los paí­ses necesitamos para construir una sociedad más rica, más saludable, más segura y más justa.

Con la independencia seremos capaces de escoger polí­ticas que harán nuestra economí­a más competitiva y que la harán crecer más rápidamente. Por ejemplo, con la independencia podrí­amos recortar el impuesto de sociedades, como ha hecho Irlanda y tantos buenos resultados le ha traí­do. Pero sin independencia estamos atados de pies y manos. Y así­ como la independencia será buena para Escocia, estoy convencido que también lo será para Inglaterra.

La decisión final sobre si Escocia se tiene que convertir en un estado soberano, no obstante, depende de los escoceses. Aquéllos de nosotros que creemos en la independencia estamos liderando el debate, aportando argumentos positivos, basados en la ambición y la esperanza. Hemos oí­do demasiadas veces hablar sobre lo que supuestamente Escocia no puede conseguir, o sobre aquello que no nos es posible de hacer. Ahora es la hora de ser positivos con nosotros mismos y abrazar el futuro como un estado más de estas islas y del mundo».

Alex Salmond, Primer Ministro de Escocia.

Por Rafa

2 comentarios en «El espejo escocés»
  1. Egun on Sr. Larreina,

    Estic molt content que finalment hagi rebut el llibre. També m’agradaria donar-li les grí cies pel post al seu bloc.
    Per cert, te un nivell de catalí  envejable. Sobretot si tenim en compte com de difí­cil és escriure correctament la nostra llengua.

    Sr. Larreina, espero que disfrute este pequeño relato de algunos hechos que he presenciado en Escocia y que creí­ que era importante dejar constancia. Además, esta escrito des de la perspectiva catalana, que no nos engañemos, en este caso no difiere mucho de la de EH por la sencilla razón que ambas naciones se encuentran en un marco polí­tico y institucional parecidos. Creo que Escocia ha encontrado su camino. Este camino sera diferente al nuestro pero estoy seguro que su camino nos ayudará, inspirará y desbloqueará reacciones, sobretodo a nivel europeo y internacional. Desgraciadamente cada dí­a estoy más convencido de que la mayor diferencia (y obstáculo) entre Escocia y EH-CAT es que España no es el Reino Unido. Sin embargo esta diferencia solo retrasará el proceso pero no lo parará. Porque después de lo que he presenciado en Escocia estoy convencido que los procesos independentistas en Escocia, EH y Catalunya son imparables. En Escocia hemos ganado la batalla ideológica. El SNP ha concentrado muchos esfuerzos en convencer a los escoceses que la independencia puede solucionar su problema endémico, el económico. El SNP ha hecho un excelente trabajo convenciendo que independencia significa mas poder de decisión, mejor nivel de vida, mejores puestos de trabajo, salarios mas altos, una economí­a mas competitiva, mayor bienestar…y la gente ha respondido positivamente. Estoy convencido que esta es la filosofí­a del nuevo independentismo en Europa. Además, estoy convencido que podrí­a dar excelentes resultados en Catalunya pero también en EH. Espero volver a visitar pronto EH y tener la oportunidad de verle a usted y al resto de compañeros de EA.
    Eskerrik asko eta laster arte.
    Xavier

  2. Me gusta esa idea de ser vecinos y amigos de España. Creo que es la diferencia entre el nacionalismo excluyente y el querer la propia identidad sin despreciar a nadie.

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