Esta pasada semana estuvo de visita oficial en Madrid, Teodoro Obiang Nguema Mbasogo, conocido dictador de Guinea Ecuatorial que puede considerarse un auténtico terrorista pues con crueldad ha sembrado el terror en esa antigua colonia española. En dicha controvertida visita se ha reunido tanto con representantes del PSOE como con el lider del Partido Popular Mariano Rajoy. Simultaneamente en el Congreso de los Diputados muchos grupos nos oponíamos a su comparecencia. Posteriormente el ínclito Obiang ponía a bajar de un burro a los partidos políticos españoles. Hasta aquí el esperpento.
Y a partir de aqui la incoherencia. Rajoy se niega a reunirse con los representantes de Batasuna en un proceso de búsqueda de la paz, porque según él son terroristas y con los terroristas no se habla, mientras que estrecha la mano de un dictador que ha sembrado la muerte y el terror en Guinea Ecuatorial. En otras palabras legitima la violación permanente de los Derechos Humanos que lidera Obiang, mientras que se niega a abrir cauces de diálogo en Euskadi para conseguir que las violaciones de los Derechos Humanos formen parte del pasado. Da la impresión que la defensa de los Derechos Humanos queda sometida al albur de la oportunidad política, mientras que la razón de estado es la pauta permanente que se antepone a cualquier otra consideración.
Creo que al Partido Popular le ha traicionado el subconsciente y ha quedado claro que lo que le preocupa, una vez perdida la colonia Guineana, es la independencia de Euskadi.