Esta mañana el EUSTAT hací­a públicos los últimos datos económicos que confirmaban lo que, de una forma u otra, todos esperábamos que también aquí­ iba a ocurrir: un nuevo trimestre en el que se producí­a una disminución de la actividad económica. Este trimestre de crecimiento negativo se uní­a al anterior y nos confirma que técnicamente estamos ya en recesión económica. La recesión que ya habí­a llegado a casi toda Europa y a España, también ha llegado a nuestro Paí­s.

Simultáneamente, otra noticia ha ocupado los medios este fin de semana: la ilegalización de la candidatura internacionalista que pretendí­a concurrir a las próximas elecciones al Parlamento Europeo. Si lo unimos a la ilegalización que se produjo en el trimestre anterior que impidió que una lista abertzale pudiese concurrir a las elecciones al Parlamento Vasco, podrí­amos decir que técnicamente estamos ante una recesión democrática pues durante dos trimestres consecutivos se ha recortado, han disminuido libertades democráticas fundamentales.

Creo que tanto en un caso como en otro no podemos dejarnos llevar por el discurso, en cierta forma auto complaciente, de que se trata de una crisis global,mundial o de que se trata de una polí­tica española de recorte de libertades. Creo que como Euskal Herria, como sociedad vasca, debemos reaccionar con una estrategia propia y dar respuesta a ambas recesiones.

Es cierto que la actual recesión económica tiene su origen en un modelo económico neoliberal que se habí­a reforzado en las últimas décadas y que estaba basado en una economí­a especulativa; también es cierto que esa economí­a especulativa, que se ha dado en denominar gráficamente como burbuja financiera y burbuja inmobiliaria no era caracterí­stica de la economí­a vasca que es una economí­a de base productiva; sin embargo no es menos cierto que el modelo de sociedad, de estilo de vida, que está detrás del modelo económico en crisis, se encuentra perfectamente incardinado también en la sociedad vasca. La cultura consumista, poco sostenible económica, social y medio ambientalmente, forma parte de nuestra cultura.

En el caso de la recesión democrática también podrí­amos decir que no forma parte de nuestra cultura y esconder la cabeza debajo del ala. Es cierto que detrás de este recorte de libertades democráticas se encuentra el nacionalismo español excluyente que antepone su “desideratum” de nación imperial a cualquier consideración democrática. Pero no es menos cierto que en nuestra sociedad también hay actitudes excluyentes, desprecio a la voluntad mayoritaria de la sociedad y, por otro lado, una cierta indiferencia y desapego a la hora de defender derechos fundamentales cuando estos son vulnerados en relación a colectivos que también han sido silentes, cuando no han mostrado indiferencia ante asesinatos y atentados contra la vida e integridad fí­sica, psicológica y moral de otras personas.

Ante esta doble recesión creo que desde nuestro Paí­s debemos dar una respuesta propia y para eso es necesario impulsar un espacio polí­tico soberanista que refuerce un modelo económico social alternativo al neoliberal que prime las personas sobre las cifras y, simultáneamente, desde esa concepción social avanzada progresista defienda una cultura de la paz comprometida con la defensa activa de todos los derechos humanos sin excepciones, para que la libertad sea una vivencia real para cada persona.

Por Rafa

2 comentarios en «RECESIí“N ECONí“MICA Y RECESIí“N DEMOCRíTICA»
  1. La recesión democrática ya es palpante,comparto el artí­culo que escribes ya que la libertad democrática está siendo disminuida lo cual es grave.Por otro lado en plena recesión económica en la que nos encontramos, comparto también que la burbuja financiera y mobiliaria no ha sido caracterí­stica de la economí­a vasca puesto que ésta ha estado sumergida en la producción.Ante esta doble recesión no cabe pensar más que en una concepción social progresista que defienda (resulta ridí­culo decirlo puesto que es evidente) Los Derechos Humanos.Un espacio Polí­tico Soberanista, representado por la mayorí­a de la sociedad vasca,podrí­a impulsarlo correctamente.

  2. Si realmente la economí­a vasca estaba basada en la producción industrial no entiendo por qué el anterior GV y concretamente el departamento de trabajo dirigido por EA, han permitido la desprotección absoluta de los trabajadores de la industria que, al primer envite de la crisis nos hemos quedado colgados de la brocha, afectados por ERE’s con el visto bueno de ese departamento o por despidos con indemnizaciones miserables.
    Luego nos extrañamos de que los jóvenes no quieran estudiar, si viví­mos en una sociedad donde se paga mil veces más a uno por dar patadas a un balón o por hacer el ganso en cualquier reality show.

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