Esta mañana según iba hacia Muskiz para participar en una acto con el Lehendakari Garaikoetxea, oía por la radio la noticia del atentado en la zona de las Landas. Enseguida ha empezado a sonar el movil con las peticiones de reacciones de los medios de comunicación. Otra vez la misma rueda, triste, trágica,…las mismas dudas sobre si compensa volver a repetir siempre lo mismo. El primer pensamiento para una familia y nos amigos inmersos en una tragedia fruto de la sinrazón. Otra familia, otros amigos angustiados por la evolución de su ser querido que está gravemente herido. Mas dolor,…, un nuevo sumando en la suma de la injusticia, del terror, de la muerte, del odio,…un nuevo sumando en una suma que no debería tener ninguno.
Al final he vuelto a hacer en nombre del partido las declaraciones que nos pedian. Europa Press las recogía así:
El secretario de Organización de Eusko Alkartasuna, Rafael Larreina, condenó el atentado registrado esta mañana en Francia y, tras insistir en la necesidad de preservar los derechos humanos «sobre todo», afirmó que «la primera voluntad» de la sociedad vasca es «que no haya violencia». En declaraciones a Europa Press, tras expresar la solidaridad de su formación con las víctimas y sus familias, reivindicó que «los derechos humanos hay que preservarlos sobre todo».
En este sentido, manifestó que «la violencia, el terrorismo, es incompatible con un proceso de construcción nacional, con la independencia, con el respeto a la voluntad de la sociedad vasca».
«Así como decimos que, en materia de derechos humanos, no caben excepciones y los derechos humanos deben prevalecer sobre cualquier otra cuestión, sin excepciones, también decimos con claridad que hay que respetar la voluntad de la sociedad vasca expresada de forma democrática y pacífica en toda ocasión y sin excepciones», reiteró.
De esta manera, insistió en que «la primera voluntad expresada de la sociedad vasca es que se preserven los derechos humanos, que no haya violencia, que se acabe con la violencia y el terrorismo». «Esa es la primera voluntad que hay que respetar», concluyó.
A veces parece que vivimos en el dia de la marmota.