Hoy celebramos el día internacional de Internet y creo que es una buena ocasión para felicitar a todos los internautas y plantear buenos deseos para el próximo año, para esgrimir una reivindicación y para hacer una reflexión.
Es una buena ocasión para felicitarnos pues el desarrollo de internet y el acceso de cada vez más sectores sociales a las nuevas tecnologías de la información y comunicación (TIC) supone avanzar en la socialización del conocimiento y, por tanto, en el enriquecimiento intelectual de mas personas. En esta línea avanzar en la filosofía de la web 2.0 también supone en general estrechar lazos y relaciones humanas y, en particular, en el ámbito de la política 2.0 abrir nuevos cauces de participación social. Aunque también hay que tener en cuenta que todavía hay amplios sectores de la población mundial que no tienen acceso a esta nueva fuente de conocimiento y relación.
Como se puede ver en el mapa las conexiones a internet, la densidad de IPs representada por los puntos rojos, es enorme en el minoritario primer mundo y muy baja en el resto. Creo que es una buena tarea para el próximo año trabajar para que la brecha digital no contribuya a ampliar la separación entre el mundo rico y el mundo pobre. Desgraciadamente esta es una reivindicación que, con toda seguridad, dentro de un año seguirá estando vigente.
En el ámbito de la reivindicación, también podemos descender a nuestro entorno más próximo planteando la necesidad de reducir la diferencia de costo en el acceso a la banda ancha que existe entre el estado español y otros estados de la Unión Europea. Tanto en el estado francés, como en el Reino Unido, Países bajos, Bélgica, Alemania, Portugal o Italia es posible, según un estudio de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), contratar paquetes de internet a precios más económicos y con velocidades más altas que en el estado español.
También decía al principio que podemos aprovechar para hacer una reflexión que por mi parte tiene dos aspectos y dos ámbitos. En primer lugar creo que desde el ámbito de la administración pública hay que dar nuevos pasos para seguir avanzando en la promoción y difusión de las TIC. Tengo la impresión que todavía estamos en una fase superficial en la que nos mueve la moda, el que «queda muy bien, muy moderno, esto de internet», pero una vez conseguido el titular o la foto queda relegado a un segundo plano. Todavía no se acaba de ver el enorme potencial que puede tener para nuestro País este sector. Hoy en día las empresas mas importantes en el desarrollo y aplicación del software libre a lo largo y ancho de todo el estado son vascas y sin embargo se les puede aplicar aquello de que nadie es profeta en su tierra. Nuestro reto tiene que ser convencer a la administración pública para que apoye y se implique en el desarrollo de un sector industrial que, si nos damos prisa, puede convertir a Euskadi en el núcleo de referencia europeo cuando se hable del software libre.
Y finalmente también planteo una reflexión sobre otra brecha digital sobre la que se habla muy poco: me refiero a la que se produce en el seno de muchas familias entre las madres y padres y las hijas y los hijos. Estos últimos se manejan con total soltura con estas nuevas tecnologías, mientras que los progenitores en muchos casos justo justo se manejan en el primer escalón de usuarios y no llegan a atisbar las posibilidades y, sobre todo, los riesgos que el acceso a internet puede tener para la formación de la chavalería. No se trata de satanizar a Internet ni muchísimo menos; al igual que en el resto de los ámbitos de la vida aquí también hay de todo: cosas buenas y cosas malas. Simplemente igual que nos preocupamos por saber que amigos tienen o por donde andan en su tiempo de ocio, también es bueno saber como se mueven por internet para poder ayudarles a la hora de aprovechar todas las buenas oportunidades que para su formación, sus relaciones y su sana diversión les ofrece internet.