La Declaración de Lizarra no se dejó morir, simplemente lo hizo inaplicable ETA cuando reinició los atentados en contra del espí­ritu del acuerdo que dio origen y respaldo a dicha Declaración de Lizarra. Desde dicho acuerdo estábamos haciendo un llamamiento a todas las fuerzas polí­ticas para que nos sentásemos en una mesa para dar una solución al problema polí­tico de fondo, porque estábamos convencidos -y seguimos estando- que dicho acuerdo no debí­a excluir a nadie. Pues bien, ETA hizo todo lo contrario: asesinó a Fernando Buesa que era el portavoz del PSE-EE, y por tanto uno de los representantes polí­ticos que debí­a sentarse en dicha mesa de diálogo. Desde luego si habí­a ordenes de Madrid para dinamitar el Acuerdo de Lizarra, las recibirí­a ETA, porque al menos Eusko Alkartasuna no recibe ordenes de Madrid ni de nadie que no sean sus propios afiliados. Para Eusko Alkartasuna los principios de la Declaración de Lizarra (respeto a los derechos humanos, diálogo, y respeto a la voz , la palabra y la decisión de Euskalherria) siguen estando vivos.

Por Rafa